martes, 23 de abril de 2024

Volteretas ...


 Nací en 1962 y hoy cumplo 62 años, me gusta esa coincidencia, es algo que no se repetirá. Me gusta mirar la vida con curiosidad y dejarme sorprender. No siempre es fácil, vamos creciendo y el camino siempre cambia. No todo permanece, pues estamos de paso por acá. A lo largo de estos años he aprendido lo importante que es vivir el presente y disfrutar el ahora que es lo que realmente hay.

 La vida avanza deprisa y nos va llenando la mochila de experiencias, aprendizajes, vivencias, conocimientos, recuerdos. Sumamos, restamos, encontramos, perdemos, aprendemos, nos fortalecemos, crecemos y avanzamos. 

Mi abuelo solía recordar que en la Lima de antaño  celebraban los cumpleaños durante una semana. Cada día tenía un nombre: antevíspera, víspera, santo,  joroba,  corcova,  respinguete y  andavete.

El mio será mas sencillo, pero intentaré disfrutarlo y sobre todo sonreír y agradecer por un día mas de vida.



jueves, 18 de abril de 2024

Los giros de la vida...


Cambia la vida

de giro en un instante

y sin aviso...


Desasosiego,

temor, incertidumbre,

enojo y dolor...


O alegría, paz,

entusiasmo, confianza,

sorpresa, emoción... 


Pasan los días,

nos acostumbramos,

hay que continuar...


Nos adaptamos,

y cuando lo logramos,

vuelve a girar...


domingo, 14 de abril de 2024

Bullicio y magia...

 


Por las mañanas, suelo ir a trotar alrededor de un parque cercano a casa, que esta cercado con una reja. Luego entro y completo mi rutina de ejercicios/caminata/relax/respiración/meditación para empezar mi día recargada.

El jueves, amanecí un poco melancólica y apenas entré, luego de trotar, me crucé con una ardilla que bajó curiosa de un árbol, me miró un momento y luego volvió a trepar. Primer esbozo de sonrisa.

Continúo mi camino y me cruzo con Victoria, quien se ocupa de mantener la limpieza en el parque, que me saluda con su amplia sonrisa y me anima  al verme ejercitando. Siempre lo hace, es un ángel. Le agradezco y correspondo la sonrisa.

Sigo avanzando y empieza el concierto. Parece que todas las aves del distrito se hubieran reunido ahí, y me regalaran un canto coral a cuatro voces. Las hay de todo tamaño y color, están los mirlos, las cuculí, las palomitas, los correcaminos, los amarillitos, los de pecho azul, y tímidamente, en lo alto de una rama, un petirrojo.

Han puesto a correr el agua, y los jardines están inundados, formando una enorme piscina donde chapotean y se refrescan. Algunas mojan su cabecita y la sacuden, otras remojan la pancita y levantan el ala. Es un espectáculo verlas y escucharlas. Por supuesto que a estas alturas ya mi sonrisa se hizo permanente. Y contemplo el parque, el día, la vida, con otros ojos. 

Para completar la fiesta, una mariposa revolotea coquetamente cuando camino por la pérgola, se posa en una flor y bate sus alas suavemente. Ahí la melancolía inicial ya ha desaparecido. Puedo ahora percibir el colorido de las flores que acaban de sembrar, y veo con el esmero que los jardineros las mantienen siempre limpias y llenas de vida.

Pequeños detalles cotidianos, milagros del día a día, que pueden hacer la diferencia. Me retiro sonriente, el guardián al despedirnos me desea que tenga un buen día, y si que le  creo. Sé que me espera un bonito día por delante.  Gracias naturaleza, gracias vida!

miércoles, 10 de abril de 2024

Añoranzas...


 

De improviso  te marchaste,

Y un gran vacío dejaste,

Mi corazón desolaste,

Sin equipaje volaste.


Es la vida, me dijeron;

Todo pasa, añadieron;

Eres fuerte, comentaron;

Si se puede, agregaron.


Hay momentos de nostalgia,

también de melancolía,

hay retazos de  alegría,

que me infunden valentía.


Mas el tiempo con su magia,

Trae calma que contagia,

Vientos suaves que presagian

Nuevos tiempos de armonía…

 


viernes, 5 de abril de 2024

Aceptar...




 Hoy recordé a una preciada amiga que  con gran sabiduría me dio un consejo que me acompaña siempre. Ante una situación de pérdida me dijo que ella había aprendido que lo mejor era aceptar. Y me dejó pensando....

Y pronto comprendí cuanta razón tenía en su consejo. Como algo tan aparentemente trivial puede cambiar tanto nuestra percepción de las cosas. Esta pequeña palabra, de tan solo 7 letras tiene mucho poder. Aceptar. Aceptar que ya sucedió. Aceptar y reconocer que nada podrá cambiar esa realidad. Aceptar que la vida continúa, distinta, si, pero continúa.

 Cuando uno acepta conscientemente las cosas que suceden, sean triviales, o importantes, nuestra mirada cambia.  En vez de rumiar lo sucedido o devanarnos los sesos preguntándonos porqué sucedió esto o aquello; o cuestionarnos incansablemente qué hubiéramos podido hacer diferente, hemos de aceptar.

Aceptar, asimilar, incorporar a nuestra vida, a nuestro día a día, la nueva realidad, que pronto dejará de ser nueva para convertirse en cotidiana.


sábado, 30 de marzo de 2024

Koyra...


es el nombre del personaje que hoy me tocó interpretar en mis juegos con mi nieto y es que su imaginación no tiene límites y siempre tiene en mente algún nuevo juego que escenificar.  

Paso de ser Koyra, a representar al topo Gigio, puedo ser un super héroe o un villano  según la ocasión; nos volvemos invisibles, o somos viajeros del espacio recorriendo la galaxia entera en nuestra nave. Construimos pistas de  carreras y parques de diversiones. También cantamos, coloreamos, leemos,  paseamos de la mano, y conversamos compartiendo  tardes de café/chocolate. 

Tengo la dicha de ser abuela, Oma para ser mas exacta, y lo disfruto a mas no poder. Mi nieto nació en tiempos de pandemia, de encierro, de temor, de desánimo y vino a traer a nuestras vidas luz, esperanza,  amor incondicional, alegría, motivación.

A su lado es fácil poner entre paréntesis los problemas y las preocupaciones, las tristezas y el pesar. Y reemplazar esto por risas y juegos.  Estoy segura que estos tiempos de duelo hubieran sido mucho mas difíciles sin su compañía. Al jugar y dejar salir al niño interior que llevamos dentro el mundo cambia de color. Y sus abrazos llenan el corazón de amor.


domingo, 24 de marzo de 2024

Es buen momento para...


 

Retomar la vida

Retomar el tiempo 

Retomar caminos

Retomar los sueños

 

Agradecer los recuerdos

Agradecer la nostalgia

Agradecer lo vivido

Agradecer que respiro

 

Aceptar el llanto

Aceptar el miedo

Aceptar los retos

Aceptar los cambios


Recobrar el entusiasmo

Recuperar la alegría

Emprender nuevos caminos

Y sentir que hoy estoy viva

martes, 19 de marzo de 2024

Una pena entre dos...




es menos atroz... era la frase que identificaba el segmento de una consejera sentimental en un programa cómico de los 80´s. Y vaya que he comprobado lo cierto de esta afirmación en estos últimos tiempos en que me ha tocado vivir momentos tan difíciles y tristes.

He tenido la suerte de contar con buenas amistades que me han acompañado de cerca y de lejos, que me han prestado su hombro y han sabido escuchar mis palabras y más difícil aún mis silencios. Han podido leer en mi mirada o en el timbre de mi voz como me sentía y me han brindado apoyo, comprensión y consuelo . 

Han dicho muchas veces la frase precisa en el momento oportuno y también han sabido otras tantas veces guardar silencio y simplemente estar. 

Que tesoro tan valioso que son los amigos, y que bendición tan grande contar con ellos!

martes, 12 de marzo de 2024

De colores...

 


La semana pasada me provocó pintar, cosa que no me ocurría hacía mucho tiempo. Tenía guardado un blog de mandalas para colorear, esperando su momento de ser usado así que puse manos a la obra y me senté con mis lápices de colores esparcidos sobre la mesa para ver que color me llamaba.

Y sentí un deseo irrefrenable de pintar con amarillo, y luego naranja y luego rojo y volvía al amarillo y un poco de verde y vuelta al amarillo. Y yo misma estaba sorprendida de que los colores mas vivos y alegres fueran los que me invitaban a colorear. Antes de empezar no había planeado que colores usaría, pero algo en mi estado de ánimo de los últimos tiempos me hacía pensar que predominarían otros tonos. 

Será que mi estado de ánimo estaba de colores brillantes? O será que los colores brillantes me subieron el ánimo? Sea como sea estoy disfrutando mucho de colorear y no es la primera vez que al atravesar etapas difíciles, el pintar me ha ayudado mucho. Asi que seguiré pintando!

miércoles, 6 de marzo de 2024

Hay que sacarlo todo afuera...

... como la primavera, nadie quiere que adentro algo se muera… 


Mercedes Sosa nos canta así en una de mis canciones favoritas. Y algo así me sucedió hace un par de meses en que participé de un taller de escritura llamado “como me da la gana”. Su nombre me sonó divertido y pensé que sería bueno hacer alguna actividad que me distraiga y me vaya sacando de la tristeza y desgano de los últimos meses. No sabía que me metía a la boca del lobo. 

En el mes que duró el taller hice un recorrido por muchos momentos de mi vida, desde la infancia hasta el momento presente. Fue increíble ver como una pregunta, una palabra, un inicio de párrafo o el título que debíamos darle a nuestro escrito podía despertar tantos recuerdos y sentimientos que estaban apaciblemente dormidos. Hubo dolor, tristeza, alegría, nostalgia, rebeldía, confrontación, cuestionamientos, aceptación. Era como si cada recuerdo clamase por salir y ser escrito y las palabras fluyeran al compás de los pensamientos, solo había que dejarse llevar y sentir. 

Ahí entendí dos cosas, primero que aún tenía mucho adentro por sacar y procesar y segundo que escribir es totalmente sanador. Recordé también que en un taller de lectura que lleve hace un tiempo, el profesor solía decirnos que la mejor literatura nace de “los asuntos” del autor. Es decir, de sus vivencias y pesares. Ahí se escribe con el alma. 

El taller se convirtió en una suerte de terapia grupal para todos los participantes. Cada quien pudo descargar un poco la mochila que llevaba encima y terminar un poco más ligeros de peso.



domingo, 3 de marzo de 2024

Pasa el tiempo....


 

…y no se detiene.

Vengo a visitar mi rincón y noto con incredulidad que han pasado ya 4 años desde que escribí mi último post. Fue en marzo de 2020 y acababa de empezar la cuarentena por la pandemia del Covid.

Rodeados de un silencio extraño, viendo por la  ventana las calles vacías y desoladas, y sintiendo en el aire el temor ante lo desconocido, nuestras cabezas se llenaban de preguntas. Se solucionará? Cuánto tiempo durará? Qué pasará?

Fue como si nos pusieran en modo pausa y todo transcurriese más lento. Nuestras vidas dieron un giro inesperado y nos llenamos de nuevas costumbres y rutinas.  Limpieza, desinfección, protección y distancia fueron parte de nuestro día a día.

También estuvieron presentes el miedo, las pérdidas,el desempleo, el aislamiento, la soledad,el dolor, los cambios, la tristeza, la desolación, la desconfianza, el temor, el vacío, la desesperanza. Todo se veía muy negro y sin visos de solución.

Pero como siempre pasa en la vida, los días se fueron sucediendo, y el panorama se fue aclarando. Atisbos de alegría ante el nacimiento de un nuevo ser, o ante un  reencuentro,  lágrimas de emoción, sentimientos de amor y amistad, motivos de alegría, largas conversaciones, motivación, reconciliaciones, unión, retomar las visitas, acercamientos, perdón y nuevamente  esperanza.

Aprendimos a valorar lo que es importante, a apreciar más la vida, a necesitar menos y a disfrutar más.

Y volvimos al ruedo, pero algo en nuestro interior cambió y nos marcó la vida. Sobrevivimos, superamos pérdidas y seguimos adelante con nuevos bríos.

Pero el 2023 empezó para mí con un remezón, una hecatombe. Mi compañero de vida por más de 40 años partió de este mundo de un modo tan inesperado y abrupto que me fue difícil de asimilar.  Justamente el haber compartido el tiempo de pandemia nos había acercado y complementado mucho y de pronto él no estaba más.

Pase todo el año entre paréntesis, en una especie de nebulosa. He llorado cuanto he sentido necesario,  lo he recordado mucho y me he reencontrado conmigo misma aprendiendo una vez más a conocerme. Se que este tiempo era necesario y reparador y sigo adelante mi camino dejándome sorprender. 

He recordado también lo sanador que es escribir, y sacarlo todo afuera. En mi cabeza escribo siempre y de todo, pero es muy distinto plasmarlo en papel. Y eso es lo que me propongo hacer, escribir, procesar, sanar y una vez mas atreverme a sonreír…

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