Me encontraba el otro día jugando con mi nieto y de pronto me mira con seriedad y me pregunta:
"¿Oma, tú primero fuiste niña o adulta?"
Le respondí que primero fui niña y que con el paso del tiempo fui creciendo hasta convertirme en adulta. Que ese es el proceso natural de la vida, que él también fue bebé, ahora es niño y mas adelante será adulto. Me dijo que él no quería crecer y quería seguir siendo niño.
Luego le pregunté cómo me veía él, si como niña o como adulta y me dijo que como niña. Le expliqué que eso depende de nuestra actitud, que por mas que crezcamos podemos conservar dentro a nuestro niño interior y dejarlo salir y explayarse y jugar y divertirse. Aceptó entonces crecer y continuamos jugando.
Y yo continué pensando. Que importante es darse ese permiso de dejarse ser como niños, atrevernos a pasar la tarde entera tirados en el piso jugando, sin preocupaciones, sin estar pendientes del celular, inventando nuevos escenarios de juego, nuevos personajes, construyendo mundos imaginarios.
De mi propia infancia no guardo tantos recuerdos felices, vivía añorando la presencia de mi mamá, y siempre habían problemas y preocupaciones a mi alrededor.
La niña que me habita hoy, y que sale a jugar, es una niña plena, feliz, que disfruta del juego y quiere divertirse. Creo que todos deberíamos darnos la oportunidad de dejar salir a nuestro niño interior. Seguro nos llevaríamos grandes sorpresas y sentiríamos el bienestar que hacerlo nos brinda.
Preciosa convivencia que hace gozar a tu nieto y a tu niño interior. La magia personificada.
ResponderEliminarBesitos.
Hola Sara, definitivamente ambos salimos beneficiados con esta convivencia.
EliminarBesos
Què felicidad se siente al jugar con los nietos. Una se vuelve a sentir niña no importando los años que hayan pasado.
ResponderEliminarBesos
Hola Norma, si, se viven momentos mágicos.
EliminarBesos
Muy buena reflexión. Te cuento que yo cada vez que fui como niña la vida adquirió nuevos colores y los imposibles no fueron tales.
ResponderEliminarAbrazo desde Argentina!!!
Pat
Hola Patricia, es hermoso dejar salir a esa niña interior. Abrazo grande!
EliminarUno siempre debe buscar su niño interior. Te mando un beso.
ResponderEliminarHola Citu, asi es, e invitarlo a salir.
EliminarAbrazo
Ser o dejar salir al niño/a de entonces, no creo que sea una práctica que se realice a menudo, por lo menos no en mi caso...
ResponderEliminarPero entiendo que en tu caso, y circunstancias varias, ello te resulte fácil y gratificante.
Eres un excelente ejemplo de superación y naturalidad.
Abrazos Cecilia.
Hola Ernesto, es un buen ejercicio intentar ver la vida a través de su mirada y sentir la magia.
EliminarAbrazo
Hola Cecilia, esa niña interior es la que nos mantiene en pie a pesar de las turbulencias de la vida.
ResponderEliminarte cuento que mis nieto ya son grandes, pero aún me consultan por temas de la facultad (como si yo supiera...) que simplemente los escucho y opino, otra cosa no sé. es que de niños hacía lo mismo que haces vos, ponia una hoja grande de papel en el piso y dibujabamos, o juntabamos hojas secas y las pegabamos haciendo colalles. Hay que disfrutar a los nietos, crecen muy rápido. Un abrazo.
mariarosa
Hola Mariarosa, muchas veces es nuestra fortaleza. Que lindo lo que me cuentas, poder mantener asi de cercana la relación con los nietos.
EliminarAbrazo
Puede que te guste, también, porque esa niña interior en ti sí que se atreve sonreír: sin pedir perdón ni permiso. Como debe ser. Va un abrazo, Soñadora.
ResponderEliminarHola Julio David, que todos nos atrevamos a sonreir!
EliminarAbrazo
Bonito el relato y real...todos llevamos ese niño o niña dentro y muy a menudo hace acto de presencia
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Stella, gracias por pasar y dejar tu huella. Un abrazo
EliminarDejar fluir ese niño interior es magico. Muy bonito!!! Un beso grande
ResponderEliminarHola Hanna, ese niño interior nos depara momentos muy bellos!
EliminarBesos