Cuando era pequeña me daba miedo la oscuridad y cuando me acostaba, me gustaba taparme por completo la cabeza para no “ver” si algo entraba al cuarto y me asustaba. Mi solución era no ver.
Y asi vamos creciendo y nos vamos acostumbrando a evitar ver lo que nos asusta, lo que nos da inseguridad, lo que nos molesta, lo que nos exaspera, lo que nos frustra, lo que nos saca de nuestra zona de confort.
Escondemos bajo la cama todos esos
monstruos a los cuales no queremos ni nombrar, y que por intentar ignorar les
damos más poder. Ahí retozan empoderados el miedo, la ansiedad, la inseguridad, la timidez,
el no atrevernos, el enojo, la frustración y algunos etcéteras mas.
Sería un
buen ejercicio identificarlos, reconocerlos, nombrarlos, validarlos,
aceptarlos, dejarlos salir, sentirlos. Seguramente perderían poder y nos
dejarían disfrutar mas de todo lo demás.
Una vez más amiga, una guía para la "liberación" de la persona...
ResponderEliminarQue no siempre es consciente de estar "sujeta" a esas situaciones de miedo, incomodidad, etc. ¡Qué casi nunca lo está!
Sin olvidar a quienes, también, se "aferran" a ellos como algo definitivo en sus vidas... ¡Hoy!
Pues mañana, en la natural evolución del ser humano, puede girar hacia el sentido positivo de la vida.
Gran abrazo Cecilia.
Hola Ernesto, todo va cambiando en la vida y los monstruos son mas grandes en nuestra imaginación, a veces les damos mas fuerza con nuestro temor.
EliminarUn fuerte abrazo
Yo también era muy miedosa, los monstruos estaban sobre la cama. Con el paso de los años los monstruos existen alrededor nuestro y son de carne y hueso.
ResponderEliminarBesos
Hola Norma, van cambiando los monstruos conforme crecemos.
EliminarBesos
Muy cierto escondemos nuestros temores en el fondo de nuestra lama y ellos nos buscan lo deseemos o no. Te mando un beso.
ResponderEliminarHola Citu, y mientras mas miedo les tenemos mas fuerza les damos.
EliminarUn beso
Es mejor afrontarlos de una vez por todas y quitarse ese gran peso de encima.
ResponderEliminarUn abrazo grande!
Hola Sara, esa es la mejor decisión que podemos tomar.
EliminarAbrazote
Muy interesante tu entrada de hoy y real, sino enfrentamos los miedos ellos nos dominan. Me gusto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Mariarosa, cuando los enfrentamos los debilitamos. Si que podemos.
EliminarUn abrazo
Has escrito algo muy hermoso y además muy cierto. Te agradezco infinitamente por recordarnos de esos monstruos, muchos de ellos ni siquiera podrían tolerar la luz...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Hola Isaac, muy cierto, se alimentan de nuestros miedos.
EliminarAbrazos
No lo había relacionado así, el que de niños no nos gusten ciertas cosas por miedo a mirarlas a la cara, las tranasformamos, con el tiempo, en cuestiones de peso que escondemos, barriendo, bajo la alfombra o bajo la misma cama: lo que desagrada, lo que ya no es querido, lo que perturba, etc. Enfermamos nuestra cama por abajo con tanto cachivache y por arriba, con nuestros pensamientos densos y fatalistas.
ResponderEliminarVa un abrazo, Soñadora.
Hola Julio David, suele ser lo más fácil el barrer bajo la alfombra pero al mirarlas a la cara, les quitamos poder.
EliminarUn Abrazo