Podría decirse que desde el instante mismo en que se formó,
sintió que era muy especial. En realidad era una más entre muchísimas, todas
apretaditas en ese interior suave y oscuro, luchando por obtener su propio
espacio, y sin saber bien qué pasaría luego. Pero su intuición le decía que por muchas cosas que ocurrieran ella de alguna manera destacaría. Y así fue creciendo y poniéndose redondita
y compacta, incluso sentía que aquella sustancia gelatinosa que la recubría
como suave vestimenta era más brillante que la del resto. Apretujada entre las demás pero sintiendo que
destacaba, y sin prestar atención a las otras que la querían convencer de que
eso era todo y que jamás saldrían de la cueva seguía
con atención cada movimiento y cada cambio ocurrido en ese interior sumido
en las penumbras.
Las otras percibían que ella se sabía especial y empezaban a
murmurar y apartarse un poquito de ella, pensando que era una ilusa al creer
que podía haber algo más. Y así pasaban los días, y la cueva en que habitaban
se hacía más grande y ellas seguían
aumentando en cantidad y tamaño, prácticamente no quedaba un espacio libre en
este interior pues ya sumaban medio millar.
Un día
sintieron que algo movía toda la cueva y que ésta se abría y se separaba en dos quedando todas ellas al descubierto, cegadas y maravilladas al
sentir la luz que las inundaba. Esto
causó gran confusión y revuelo, los comentarios no cesaban, y el temor se hizo presa de la mayoría. Algunas se cayeron, otras se desmayaron o rodaron y se extraviaron, pero ella se concentró para
brillar más y para hacerse notar y consiguió ser una de las elegidas. Y fue así que le dieron un baño y masaje profundo,
la secaron al sol, la frotaron con arena y luego la cubrieron con las mejores
tierras, la alimentaron con vitaminas
abundantes y la bañaron con frecuencia
hasta que tuvo la dicha de comprobar que crecía y se desarrollaba y poco a poco
se iba convirtiendo en una hermosa planta de papaya dispuesta a dar los mejores
frutos.
Deja tu huella
en tu corto paseo
por este mundo...
Soñadora