miércoles, 24 de julio de 2013

Sonreír...


Sonreír es....
avanzar con gratitud cada paso,
abatir la  pena y la desesperanza,
aceptar confiadamente lo que el hoy depare,
abrazar un proyecto y ponerle ganas.

Sonreír es...
alimentar la esperanza cada amanecer,
andar por la vida con alegría y entusiasmo,
acompañar en silencio y mostrar solidaridad,
aplacar los resentimientos y perdonar de corazón.

Sonreír es...
abrir la ventana del alma a tu niño interior,
agradecer cada instante de vida,
atreverte a decirle a la vida que la disfrutas,
acoger a los demás con cariño y calidez.

Sonreír es...
albergar buenos sentimientos en el corazón,
acariciar con la mirada y transmitir amor,
abrigar el buen humor en cada momento,
afirmar que en ti habita la capacidad de ser feliz...



Soñadora

viernes, 19 de julio de 2013

Alegrar al corazón...


Creo que es necesario que de vez en cuando dejemos aflorar a ese niño interior que aún palpita en nuestro interior, y al que muchas veces le negamos la oportunidad de asomarse, pues no corresponde, no olvidemos que somos adultos....

Pues bien, paso a contarles una anécdota. Me encanta soplar burbujas, y hace algún tiempo le comenté a mi hija que quería comprarme uno de esos frasquitos para hacerlas. Un día salimos de paseo al Parque de las Aguas, y en un descuido mío, desaparece ella y al ratito viene muy sonriente y me regala un soplador de burbujas extra grande! Yo encantada lo probé y lo traje a casa donde le encontré un sitio muy especial en mi escritorio de trabajo.
De vez en cuando lo sacó y sopló un par de burbujas y listo! Pues bien, el otro día hice un alto en el trabajo y me puse a soplar jabón, intentando hacer una burbuja muy grande, terminé de "jugar" y continué con mi trabajo. Al poco rato, entró  mi asistente y al ver el piso mojado me preguntó preocupada:
- ¿Se derramó algo?
Y yo, mitad avergonzada, mitad traviesa le respondí:
-No, es que estuve jugando con mis burbujas.....!

Les deseo que pasen un excelente fin de semana y de ser posible que se permitan jugar con su niño interior!

martes, 16 de julio de 2013

Una como tantas...


Podría decirse que desde el instante mismo en que se formó, sintió que era muy especial. En realidad  era una más entre muchísimas, todas apretaditas en ese interior suave y oscuro, luchando por obtener su propio espacio, y sin saber bien qué pasaría luego. Pero su intuición le decía que por muchas cosas que ocurrieran ella de alguna manera destacaría. Y así fue creciendo y poniéndose redondita y compacta, incluso sentía que aquella sustancia gelatinosa que la recubría como suave vestimenta era más brillante que la del resto.  Apretujada entre las demás pero sintiendo que destacaba, y sin prestar atención a las otras que la querían convencer de que eso era todo y que jamás saldrían de la cueva seguía  con atención cada movimiento y cada cambio ocurrido en ese interior sumido en las penumbras.
Las otras percibían que ella se sabía especial y empezaban a murmurar y apartarse un poquito de ella, pensando que era una ilusa al creer que podía haber algo más. Y así pasaban los días, y la cueva en que habitaban se  hacía más grande y ellas seguían aumentando en cantidad y tamaño, prácticamente no quedaba un espacio libre en este interior pues ya sumaban medio millar.

Un  día sintieron que algo movía toda la cueva y que ésta se abría y se separaba en dos quedando todas ellas al descubierto, cegadas y maravilladas al sentir la luz que las inundaba.  Esto causó gran confusión y revuelo, los comentarios no cesaban, y el temor se hizo presa de la mayoría. Algunas se cayeron, otras se desmayaron o  rodaron  y  se extraviaron, pero ella se concentró para brillar más y para hacerse notar y consiguió ser una de las elegidas.  Y fue así que le dieron un baño y masaje profundo, la secaron al sol, la frotaron con arena y luego la cubrieron con las mejores tierras,  la alimentaron con vitaminas abundantes y la bañaron  con frecuencia hasta que tuvo la dicha de comprobar que crecía y se desarrollaba y poco a poco se iba convirtiendo en una hermosa planta de papaya dispuesta a dar los mejores frutos.

Deja tu huella
en tu corto paseo
por este mundo...

Soñadora

jueves, 11 de julio de 2013

Ejemplo de vida y servicio...

Mamama y sus hermanas

Quiero compartir con ustedes una historia que leí el día de ayer y me dejó gratamente sorprendida:

Una anciana de ochenta y cinco años estaba siendo entrevistada con motivo de su cumpleaños.  La periodista le preguntó qué consejo daría a las personas de su edad para mantenerse con vida y salud.

"Bueno - respondió la anciana-, a nuestra edad es muy importante no dejar de usar todo nuestro potencial; de lo contrario este se marchita.
Es importante estar con la gente y, siempre que sea posible,  prestar un servicio".

¿Puedo preguntarle  exactamente qué servicio brinda usted  a su edad?

"Cuido de una anciana que vive en mi barrio",  fue su inesperada respuesta.


Esta historia me recordó a su vez una anécdota que me sucedió hace un par de años.  En la parroquia a la que asisto participa una señora de edad que tiene mínimo 80 años. Pese a que se le ve independiente, también inspira el sentimiento de protegerla. Un día, estábamos en una reunión y me tocó estar sentada a su lado, cuál no sería mi sorpresa cuando se paró y exclamó "mi mamá!" y yo incrédula volteé a mirar y efectivamente una viejita mayor que ella entró y se nos acercó y resultó ser su mamá; sorpresas te da la vida.


lunes, 8 de julio de 2013

A por una buena semana!


Vale la pena hacer la prueba no creen?  
Empezar el día con un pensamiento positivo, 
una amplia sonrisa,
agradecimiento en el corazón, 
calma y serenidad en la mente...
y a disfrutar!

miércoles, 3 de julio de 2013

Aniversario....celebrando en gran manera....


Alborotada y feliz se había despertado en esa fría e invernal mañana del 3 de julio. Pese a estar aún oscuro y ser muy temprano, el sueño se había esfumado y no veía las horas de empezar a celebrar. Cerró los ojos y en un santiamén retrocedió cinco años atrás en el tiempo hasta aquel otro 3 de julio en que no exenta de dudas y temor a lo desconocido había abierto esa ventana a un mundo totalmente nuevo y desconocido sin imaginar la cajita de sorpresas que ahí encontraría y que tantas alegrías y novedades le depararía. Un largo camino había recorrido en esos cinco años y  sentía que había crecido y aprendido muchísimo, nuevas experiencias se sumaban a lo ya vivido; amistades que se fueron afianzando y la certeza de no transitar sola por ese camino fueron el motor y la fuerza para continuar.
Se alegraba especialmente de comprobar la  gran cantidad de sonrisas que había logrado cosechar en ese tiempo, y sobre todo de saber que cada día eran más las personas que por fin se atrevían a sonreír!

Gracias mis queridos compañeros de ruta por acompañarme y permitirme crecer y perseverar en estos cinco años transcurridos desde aquel 3 de julio de 2008 en que Atrévete a Sonreír abrió su ventana al mundo.


¡Cinco sonrisas y cinco abrazos para cada uno de ustedes!
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