El otro día me estaba lavando la cara y al parecer respiré fuerte y de pronto se formaron varias burbujas con el jabón, y me quedé complacida observando como las burbujas se elevaban sin prisa, como disfrutando del paseo y conforme llegaban al techo iban reventando y desvaneciéndose.
Imaginé en ese momento, que mis pensamientos, recuerdos, alegrías, tristezas, temores y proyectos se formaban en fila e iban abordando según su turno la burbuja que les correspondía para luego de un cortísimo trayecto reventar y desaparecer para quedar solo flotando en mi imaginación.
Así de efímera es la vida, así de efímero es nuestro paso por ella, así de efímero es todo....
Empezando el año me percaté que estaba sumida en la rutina, cada día era similar, y lo peor es que el trabajo y las preocupaciones se iban convirtiendo en el centro de todo. Eran como una fuerza invisible que me iba aplastando e impidiendo mirar más allá, y así día tras día. Y fue entonces que decidí hacer algo al respecto, y me plantee la posibilidad de aprender algo nuevo, algo que verdaderamente me gustase, que me permitiese cultivar un hobby y disfrutar al hacerlo.
Me preparé una lista de las cosas que me interesaría aprender o profundizar, y me propuse empezar con alguna de ellas en febrero. Sin un orden a seguir, lo que pensé fue que averiguaría lo que ofrecían y según disponibilidad de horarios me inscribiría; y fue así que llegué a un Taller de Dibujo y Pintura.
Tomé el horario de los sábados de 10 a 1 pm, no interfiere con nada, y me permite igual tener tiempo libre el resto del fin de semana.
El curso consta de 8 sesiones, de las cuales ya he asistido a 3 y debo comentar que estoy feliz con la decisión tomada. Disfruto mucho de lo que voy aprendiendo, que no es poco, y las 3 horas de clase se me pasan volando, totalmente concentrada en dibujar y descubro que es como asistir a una terapia, en la cual el 100% de mis pensamientos están dedicados a la tarea que voy realizando y noto los resultados. En verdad siento que fue la mejor decisión que pude tomar. Es totalmente recomendable emprender una nueva actividad que cambie nuestro panorama y nutra nuestro interior!
