Conversaba el otro día por teléfono con una amiga, y al despedirnos me quedé pensando en lo agradable que resulta conversar con esas personas con las que sientes afinidad y cercanía. Sentir esa conexión especial, esa confianza para poder abrir el corazón y hablar con naturalidad. Personas especiales que saben escuchar por igual palabras y silencios. Que saben también leer miradas o intuir cuando es mejor hablar y cuando callar.
Tengo la suerte de contar con amistades con las que salir a compartir un café acompañado de una buena charla se vuelve completamente renovador. Ese intercambio intenso de reflexiones, vivencias, preocupaciones y pensamientos te dejan con una sensación grata en el corazón. A mi en lo personal me gusta mucho escuchar, leer entre líneas y comprender a quien me está hablando.
Algunas de las conversaciones mas profundas que he mantenido con personas cercanas a mi han sido compartiendo una caminata. A veces, el hecho de estar en movimiento mirando ambos en la misma dirección facilita el diálogo y propicia la confianza.
Y lo que he comprobado siempre es que luego de una de esas conversaciones especiales, la carga se aligera, la sonrisa aflora y la vida toma otro color.
Y a ti, ¿te gusta conversar?