En una de esas conversaciones especiales que solemos tener mi pequeño nieto y yo, hablábamos de quererse a uno mismo. Siempre le digo lo especial que es, que él vale mucho y que lo amamos un montón.
Le conté lo importante que es valorarse uno mismo, aceptarse, tratarse con respeto y amarse. Son cosas que he aprendido con el pasar de los años, y que ahora se conoce la importancia de tener una buena autoestima, lo cual facilita el tránsito por la vida y sus intrincados caminos, nos da confianza y seguridad y la capacidad de resolver las distintas situaciones que se nos presentan.
Me preguntó cuánto me amaba a mi misma y yo abrí mis brazos y le dije que así de grande.
El abrió a su vez sus bracitos y me dijo:
-yo me amo más Oma, mira, así de grande.
Luego se puso pensativo y me susurró :
-pero cuando estoy enojado no me amo.
Enseguida me miró a los ojos con esa mirada intensa que tiene y me preguntó:
- cuando yo estoy enojado también me amas?
Lo miré y le dije:
-Siempre te amo. Cuando estás enojado te amo y quisiera ayudarte a encontrar calma. Cuando estás triste te amo y quisiera lograr que sonrías. Cuando tienes miedo te amo y quisiera ayudarte a superar tus temores y cuando estás contento te amo y comparto tu felicidad . Todos transitamos estas emociones pero son pasajeras. El truco es aceptarlas , aprender a procesarlas y no quedarnos en ellas. Tu esencia no cambia.
Me miró contento, con esa carita de que ya terminó la conversación y luego me dijo:
Oma, vamos a jugar?







.jpg)

.jpg)


.jpg)
.jpg)



.jpg)
.jpg)
.jpg)
