Mercedes Sosa nos
canta así en una de mis canciones favoritas. Y algo así me sucedió hace un par
de meses en que participé de un taller de escritura llamado “como me da la
gana”. Su nombre me sonó divertido y pensé que sería bueno hacer alguna
actividad que me distraiga y me vaya sacando de la tristeza y desgano de los
últimos meses. No sabía que me metía a la boca del lobo.
En el mes que duró el
taller hice un recorrido por muchos momentos de mi vida, desde la infancia hasta
el momento presente. Fue increíble ver como una pregunta, una palabra, un inicio
de párrafo o el título que debíamos darle a nuestro escrito podía despertar
tantos recuerdos y sentimientos que estaban apaciblemente dormidos. Hubo dolor,
tristeza, alegría, nostalgia, rebeldía, confrontación, cuestionamientos,
aceptación. Era como si cada recuerdo clamase por salir y ser escrito y las
palabras fluyeran al compás de los pensamientos, solo había que dejarse llevar y
sentir.
Ahí entendí dos cosas, primero que aún tenía mucho adentro por sacar y
procesar y segundo que escribir es totalmente sanador. Recordé también que en un
taller de lectura que lleve hace un tiempo, el profesor solía decirnos que la
mejor literatura nace de “los asuntos” del autor. Es decir, de sus vivencias y
pesares. Ahí se escribe con el alma.
El taller se convirtió en una suerte de
terapia grupal para todos los participantes. Cada quien pudo descargar un poco
la mochila que llevaba encima y terminar un poco más ligeros de peso.
Oportuno y excelente curso para alumna preparada...
ResponderEliminarComo señala la enseñanza de sabiduría, ¡Cuando el alumno está preparado, aparece el Maestro!
Gran abrazo Cecilia.
Hola Ernesto, gracias por tus palabras y tu visita. Pasito a paso voy avanzando.
ResponderEliminarUn abrazo grande!
Muy bueno tanto laectura como la .escritura libera. Un abazo
ResponderEliminarAsi es Hanna, se siente bien escribir y procesar.
ResponderEliminarUn abrazo!
Qué bueno que te resultó muy positivo asistir a ese taller y hayas podido resurgir.
ResponderEliminarBesos de anís.
Gracias querida Sara, con paciencia y empeño voy avanzando.
ResponderEliminarBesitos.