En una de mis caminatas matutinas, me puse a pensar en como la actitud puede convertir algo tan simple como un paseo en una aventura divertida. Me gusta disfrutar del paisaje, del verdor de la naturaleza, del olor del mar, de su sonido. Me gusta descubrir a que pajarito corresponde el canto que escucho en mi camino, y verlo hinchar el pechito al cantar. Me gusta mirar el cielo para ver si está despejado o nublado y no perder la oportunidad de ver un arcoíris. Me gusta sentir la magia del momento presente.
Soy de aquellas personas que al ver un vaso a la mitad, lo ve medio lleno. Me pregunto a veces si habré sido siempre así o habré ido cambiando conforme he ido sorteando dificultades en la vida y comprobando que si se puede salir adelante.
Cuando uno intenta ver el lado positivo de la vida, va descubriendo belleza. Hay que conservar intacta la curiosidad y la capacidad de maravillarse que tienen los niños. Convierten lo simple en grandioso y duermen con la satisfacción de haber tenido un día hermoso. La magia suele encontrarse en los pequeños detalles, en lo sencillo. Y si uno está dispuesto a descubrirlo, todo vendrá por añadidura.


Creo que te conectaste, de todas las disponibles, a una frecuencia ancha y limpia. Y desde ahí ves más. Y desde ahí ves mejor. La gratitud viene por añadidura. Me alegro por ti. Va un abrazo, Soñadora.
ResponderEliminarQue de entrada te identifiques con todo ese ramillete de cosas naturales, ya denota una visión de la vida real. ¡Y así es tu vida hoy!
ResponderEliminar¿Que ha habido cambios en tu vida a lo largo de los años y experiencias? ¡Sin duda! Como en la de tantos.
Que hayan supuesto avances, despertar, evolución, en tu caso a la vista está.
La parte de la frase con la que terminas tu texto pertenece, como bien sabes, a una de las múltiples enseñanzas de Jesús.
¡Buscad primero el reino de los cielos y todo lo demás se os dará por añadidura!
¿Sabe alguien, iglesias incluidas, qué quiere decir esta enseñanza? ¡Real como todo lo suyo!
Dejando al margen palabras "huecas y oficiales" sobre cielos lejanos y hasta el mismísimo Dios, Jesús da a entender que el reino de los cielos, el real, está al alcance de la mano de cualquiera...
¡Qué desee encontrarlo! ¡Despertando a esa realidad que ya es! Y que una vez ahí, todo se simplifica.
¡Todo lo demás se os dará por añadidura!
¿Se entiende esto?¿Cuesta aceptarlo? ¿Se ve como lejano y hasta inalcanzable para el común del ser humano?
¡Pedid y se os dará! ¡En este caso, la comprensión de todo esto!
Fuerte abrazo, Cecilia.
Totalmente de acuerdo, como decía un profesor mío de bellas artes, solo hay que levantar la cabeza y mirar a nuestro alrededor y tenemos temas para pintar, igual pasa con la vida, con la naturaleza con todo en general que pasa desapercibido muchas veces.
ResponderEliminarAbrazos
Amiga Cecilia, tu manera de mirar la vida convierte lo sencillo en grandioso. Has sabido transmitir esa magia que se esconde en los pequeños detalles y que, como bien dices, se revela cuando mantenemos intacta la curiosidad y la capacidad de maravillarnos. Me ha encantado cómo enlazas esa visión con la enseñanza de que 'todo lo demás se nos dará por añadidura': una invitación a vivir con gratitud y plenitud. Y aunque hoy también sea ocasión de felicitarte por tu onomástica, lo verdaderamente importante es celebrar tu palabra luminosa, que nos ayuda a levantar la cabeza y descubrir belleza en lo cotidiano.
ResponderEliminarGracias por compartirlo
Eso es lo que más bienestar nos puede provocar. Yo lo estoy haciendo también y allí es como tocar el cielo.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Hola Cecilia. Qué lindo leerte y sentir, a través de tus palabras, esa mirada que sabe encontrar belleza en lo cotidiano. La verdad es que me siento totalmente identificada con esa mirada de asombro y gratitud con el universo. Tu actitud positiva —ese “ver el vaso medio lleno”— no solo embellece el camino, sino que también habla de una fortaleza aprendida, quizás forjada entre desafíos y certezas conquistadas. Un abrazo
ResponderEliminarConcuerdo contigo la magia esta en las pequeñas cosas y tambien tiendo a ver el lado positivo de las cosas. Te mando un beso.
ResponderEliminarThis is beautifully written — it really captures the kind of wisdom we often forget as adults. I love how you highlighted the way children see the world with curiosity and wonder; it’s such a powerful reminder to slow down and appreciate the little things. Your message feels peaceful and grounding, and it’s something I think many of us needed to hear.
ResponderEliminarHay que conservar intacta la curiosidad y la capacidad de maravillarse que tienen los niños...¡es verdad!
ResponderEliminarPor eso escribo cuentos y poesías infantiles, me maravilla el mundo el mundo, como a ellos.
Hay un angelito esperándote en mi blog.
Un abrazo, Cecilia.
Tus palabras producen una gran sensación de alegría de vivir, lo que es una bella cosa... Me encanta, amiga.
ResponderEliminarUn abrazo
Se necesita primero tener un alma grande y luego un corazón gigante que sepa contemplar más allá de lo material, solo así se puede obtener esa bendita luz que tiene tu mirada, esa que te permite disfrutar de las cosas simples de la vida y poder encontrar hasta en lo más pequeño, una razón (o quizás hasta un pretexto) para ser feliz y hacer felices a todos los que te rodean.
ResponderEliminarY es tan cierto lo que te digo que, sin siquiera saberte, sin siquiera mirarte, con tan solo leerte… ya siento tu luz.
¡Gracias autora! … por este hermoso momento de lectura.
Mi hijo menor no soporta mi alegría de vivir! Cuando sucede algo que lo preocupa y yo quiero hacerle ver lo bueno, me dice, dejame sufrir Alegría! Un abrazo Cecilia!
ResponderEliminarSi, la actitud es casi todo en la vida. Un abrazo grande.
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