En una de mis caminatas matutinas, me puse a pensar en como la actitud puede convertir algo tan simple como un paseo en una aventura divertida. Me gusta disfrutar del paisaje, del verdor de la naturaleza, del olor del mar, de su sonido. Me gusta descubrir a que pajarito corresponde el canto que escucho en mi camino, y verlo hinchar el pechito al cantar. Me gusta mirar el cielo para ver si está despejado o nublado y no perder la oportunidad de ver un arcoíris. Me gusta sentir la magia del momento presente.
Soy de aquellas personas que al ver un vaso a la mitad, lo ve medio lleno. Me pregunto a veces si habré sido siempre así o habré ido cambiando conforme he ido sorteando dificultades en la vida y comprobando que si se puede salir adelante.
Cuando uno intenta ver el lado positivo de la vida, va descubriendo belleza. Hay que conservar intacta la curiosidad y la capacidad de maravillarse que tienen los niños. Convierten lo simple en grandioso y duermen con la satisfacción de haber tenido un día hermoso. La magia suele encontrarse en los pequeños detalles, en lo sencillo. Y si uno está dispuesto a descubrirlo, todo vendrá por añadidura.


Creo que te conectaste, de todas las disponibles, a una frecuencia ancha y limpia. Y desde ahí ves más. Y desde ahí ves mejor. La gratitud viene por añadidura. Me alegro por ti. Va un abrazo, Soñadora.
ResponderEliminar