En una de esas conversaciones especiales que solemos tener mi pequeño nieto y yo, hablábamos de quererse a uno mismo. Siempre le digo lo especial que es, que él vale mucho y que lo amamos un montón.
Le conté lo importante que es valorarse uno mismo, aceptarse, tratarse con respeto y amarse. Son cosas que he aprendido con el pasar de los años, y que ahora se conoce la importancia de tener una buena autoestima, lo cual facilita el tránsito por la vida y sus intrincados caminos, nos da confianza y seguridad y la capacidad de resolver las distintas situaciones que se nos presentan.
Me preguntó cuánto me amaba a mi misma y yo abrí mis brazos y le dije que así de grande.
El abrió a su vez sus bracitos y me dijo:
-yo me amo más Oma, mira, así de grande.
Luego se puso pensativo y me susurró :
-pero cuando estoy enojado no me amo.
Enseguida me miró a los ojos con esa mirada intensa que tiene y me preguntó:
- cuando yo estoy enojado también me amas?
Lo miré y le dije:
-Siempre te amo. Cuando estás enojado te amo y quisiera ayudarte a encontrar calma. Cuando estás triste te amo y quisiera lograr que sonrías. Cuando tienes miedo te amo y quisiera ayudarte a superar tus temores y cuando estás contento te amo y comparto tu felicidad . Todos transitamos estas emociones pero son pasajeras. El truco es aceptarlas , aprender a procesarlas y no quedarnos en ellas. Tu esencia no cambia.
Me miró contento, con esa carita de que ya terminó la conversación y luego me dijo:
Oma, vamos a jugar?


Qué historia tan hermosa y llena de ternura. Me ha llegado al corazón. Lo cierto es que es un recordatorio precioso de lo importante que es enseñar a los niños (y recordarnos a nosotros mismos) el valor del amor propio y la aceptación. Hay personas que tardan hasta una vida en darse cuenta pero él tiene la suerte de tenerte a ti para descubrirlo desde el principio. Un beso
ResponderEliminarUnos diálogos plenos de amor y ternura, un abrazo Cecilia!
ResponderEliminarHoy la ternura se ha vestido de cielo, y tú la llevas en la mirada. Que nunca te falte ese impulso de soñar con los ojos abiertos, ni esa valentía de convertir cada anhelo en luz compartida.
ResponderEliminarGracias por recordarnos que soñar también es un acto de amor.
Un fuerte abrazo.
Lindo texto hay conversaciones q ue nos ayudan a compenetrarnos mejor. Y cuando uno ama lo hace a pesar de todo . te mando un beso.
ResponderEliminarHola, amiga, es precioso tú dialogo con tu nieto todavía de tierna edad,
ResponderEliminarme parece fantástico inculcarle los valores para que luego puedan controlar sus emociones, es una sabia lección la que le inculcas, y nadie mejor que una abuela lo puede hacer.
O lo sabe hacer. La experiencia vivida nos sirve es como ponerle un libro en las manos, también la sensibilidad de cada uno es importante, y tú demuestras que la tienes la flor de piel.
Mi nieta más chica tiene trece años, y está en esa edad de aprender también a procesar sus emociones, a quererse amarse para amar a los demás, yo también hablo mucho con ella de todas estas cosas.
Ha sido un placer leerte, te dejo un largo abrazo mi gratitud y mi estima siempre.
Feliz fin de semana. ♥️🌹🌹🌹🤚
Muy lindo mensaje a tu nieto y que sirve también a los adultos. Bello fin de semana Cecilia.
ResponderEliminarComo dice mariarosa, es un mensaje que sirve a todo el mundo, pero a los niños, mas. Sos una abuela maravillosa.
ResponderEliminarBesos y feliz noviembre.
Bonito mensaje que recibimos de los nietos aparte de la gran carga emocional y afectiva.
ResponderEliminarFeliz noviembre.
Un Abrazo
Ay que historia tan divina que nos traes
ResponderEliminarPaz
Isaac
Una hermosa plática que en verdad considero es una transmisión de sabiduría, son consejos de oro que el tiempo se encargará de hacerlos más valiosos aún.
ResponderEliminarDesde ya, bendecido nació tu nieto por tenerte a ti como guía de vida, pues estás sembrando en él la esencia misma de tu espíritu noble y ello significa que desde ahora sus primeros pasos ya son firmes y seguros, transitando por el camino del amor propio, la seguridad en sí mismo, la nobleza, la paciencia, la inteligencia, incluso la resiliencia, porque todos sin distinción atravesamos y atravesaremos momentos de frustración, malestar, fastidio, incluso miedo, pero no cualquiera tiene la fortaleza de enfrentarlos con entereza y ello se logra cuando el amor es más grande que cualquiera de nuestros problemas y ello se lo estás inculcando a tu nieto desde sus primeros años.
Gracias por compartir tu sapiencia y experiencia en este texto, pues me lleva a recordar que en la ruta de la vida, las flores, los frutos, el canto de las aves y las aguas cristalinas, no se encuentran en todo momento, que también existen piedras, abismos, charcos y otros peligros pero que también son parte del paisaje, pues en este viaje (de la vida) todo es valioso y merece admiración, amor y respeto (incluso la adversidad)
Gracias autora por este hermoso momento de lectura
Que bellisimo momento aquel en que tu nieto, por primera vez, te llama "abuelo"...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga