Me siento afortunada de acompañar a mi nieto muy de cerca en su proceso de crecimiento. Lo he visto pasar de gatear a dar sus primeros pasos, correr, hacer piruetas, saltar intrépidamente. Aprender a hablar, a saber comunicarse, a ser independiente, ir al nido, ahora al colegio.
Lo veo también crecer, tanto físicamente, como interiormente, madurar, aprender, afianzar sus ideas, desarrollar su personalidad. Y todo con naturalidad, aceptando lo que sigue, lo que toca, fluyendo entre una y otra etapa , adaptándose a nuevas realidades, nuevas etapas, nuevos caminos con confianza y serenidad. Mostrando valentía a cada paso.
Y hago un paralelo con nosotros, los adultos, que nos cuesta tanto a veces tomar nuevos caminos, volver a empezar, iniciar nuevos proyectos, atrevernos a ir un poquito mas allá, a salir de la zona de confort en que nos acomodamos . Es preciso aprender a aceptar los cambios en nuestra vida, y emprender nuevas rutas. No perder esa capacidad que tienen los niños para adaptarse y crecer.
Cuando por fin nos atrevemos y damos con dificultad ese primer paso, ese breve cambio de ruta, o aceptamos los giros de la vida, comprobamos que si es posible, que si se puede, que somos capaces de eso y mucho mas.
Esas experiencias que describes de tu nieto, naturales y acertadas, provienen en gran parte del contexto en el que se desarrolla su vida.
ResponderEliminarY ahí, amiga, entre padre y madre, destacas tú.
Con tu naturalidad, y sabiduría aprendida!
Fuerte abrazo Cecilia.
PD: Por algo te "escogió".
Hola Ernesto, es maravilloso acompañarlo en su camino, creo que "nos escogimos".
EliminarAbrazos
Los chicos nos enseñan! Un abrazo Cecilia!
ResponderEliminarHola Maria Cristina, si que aprendemos con su naturalidad.
EliminarAbrazos
Los niños no le tienen miedo al peligro, son intrépidos; audaces, no conocen la maldad. A medida que crecen van aprendiendo, esto sí, esto no. La vida nos enseña a caminar por ella.
ResponderEliminarBesos Ceci.
Hola Norma, cada experiencia nos enseña y nos da seguridad y cautela.
EliminarBesos
Se siente una emoción increible cuando el niño, un día, simplemente, se dirige a ti y te llama "abuelo"...
ResponderEliminarUn saludo, amiga
Hola Ildefonso, esa emoción es indescriptible. Nos llenan de amor.
EliminarAbrazos
Muy cierto Cecilia, todo est{a en dar el primer paso, luego nos vamos animando a m{as. Muy lindo tu relato de hoy.
ResponderEliminarAbrazo.
Hola Mariarosa, bien lo dices. Nos vamos animando a dar pasitos. Gracias por tu compañía.
EliminarAbrazos
Me hiciste recordar a Aquel que decía: "Haceos como niños para entrar al Reino de los cielos..."
ResponderEliminarPaz
Isaac
Hola Isaac, y cuanto razón tenía Aquel.
EliminarAbrazos
Así es como lo cuentas Cecilia. A veces no nos atrevemos y mirándo a nuestros nietos comprendemos que también es posible iniciar nuevos proyectos sólo nos falta decisión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Mara, es todo un proceso. Pero que satisfactorio se siente cuando damos esos pasos tímidos al principio y confiados después.
EliminarAbrazos
Los humanos tenemos una capacidad enorme para poder adaptarnos a cualquier situación por muy dura que sea ¡y seguir caminando sin perder la esperanza!
ResponderEliminarCariños y buena semana.
Kasioles
Kasioles, la vida nos enseña mucho en eso de adaptarnos y continuar.
EliminarUn fuerte abrazo!
Todo resulta más fácil cuando nos lanzamos y damos el primer paso, hay que hacerlo para crecer en conocimiento y maduración, la vida es eso, ir adptandose a cada nueva situación y normalizando los momentos
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amiga
Hola Stella, ese lanzarnos y dar el primer paso suele ser el más difícil, los demás fluyen.
EliminarAbrazos!