domingo, 28 de octubre de 2018
Tastadura ve la luz...
Asdfg, ñlkjh, se agolpan las letras entremezcladas en el teclado, qwert, poiuy, y no saben si escribir en alemán o en castellano. Quieren crear su propio lenguaje, pugnan entre ellas por salir y de pronto "tastadura" ve la luz. Emerge soñolienta y nos preguntamos asombrados:
¿Qué dijo?
¿Qué es?
¿Qué significa?
Pues es lo que es. ¿No entiendes? Está clarísimo! Es lo que surge al pensar Tastatur (teclado en alemán) y expresarlo en español. Tastadura = teclado.
Y eso me lleva de pronto a un viaje por el tiempo, me voy a los 80's, época en la que aprendía mecanografía y taquigrafía y por otro lado estudiaba con ahínco el idioma alemán.
Recuerdo que siempre me cuestionaba si la taquigrafía funcionaría igual en alemán, y si lograría transcribir esos símbolos al teclearlos en la antigua máquina de escribir mecánica Remington en la que con fuerza aporreábamos las teclas cubiertas con cinta, aprendiendo a desarrollar destreza y velocidad.
El aprendizaje del alemán me entusiasmaba mucho, me acercaba al sueño de migrar a Suiza donde vivía ya mi hermana y así lo teníamos planeado. Pero la vida, cuando no!, siempre con sus vericuetos y sus travesuras, hizo una alianza con el amor y reemplazó mis sueños de migrante por los de formar una familia y acá me quedé.
Nunca imaginé que muchos años después el que migraría a Alemania sería mi hijo, y que 11 años viviendo allá propiciarían que en nuestras tertulias telefónicas surjan del teclado imaginario palabras con nombre propio, mezcla de su castellano guardado entre paréntesis y de mi alemán albergado en algún rincón del ayer...
Etiquetas:
Anécdotas,
Inspiración,
Personal,
Recuerdos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)