miércoles, 19 de octubre de 2011

El ruido de la carreta...

Caminaba despacio por el campo un padre con su hijo, cuando él se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, le preguntó al hijo:

“Además del canto de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?”.


El hijo aguzó el oído y le respondió:


“Oigo el ruido de una carreta”.


“Eso es —dijo el padre—, una carreta; y estoy seguro que es una carreta vacía”.


Preguntó entonces el hijo:



“¿Cómo sabes que está vacía, si aún no la hemos visto?”


A lo que el padre respondió:



“Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido. Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace”.



Con el paso del tiempo el hijo comprendió que igual sucede con las personas y que la humildad es una gran virtud.


Cuento popular

26 comentarios:

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

Es una entrada para pensar o tal vez para no pensar, porque no lleva mensaje. y el mensaje lo inventas tú en función delo que tú eres.
Interesante.
un beso

El Drac dijo...

Muy cierto, es como decir "perro que ladra no muerde"; aunque a veces sí que me han mordido.

Un fuerte abrazo

Sonia dijo...

Interesante relato... Da qué pensar...

Besos.

José Miguel dijo...

No hay más que encender la tele para comprobar lo cierta que es la moraleja de este cuento.
Un beso!

Sara O. Durán dijo...

Es un cuentito muy interesante, que hay que tener en cuenta. No siempre el bla bla bla, es tan sustancioso.
Besos de anís.

Anónimo dijo...

Esto me acuerda a algunas personas...
Me agrada leerte!

maria jesus dijo...

Un cuento muy bonito y sustancioso. Hay que meditarlo

Adriana Alba dijo...

Me gustò mucho èste cuento.

como siempre lleno de aprendizaje.

gracias Soñadora, un abrazo.

Miriam dijo...

y sin embargo a veces nos empeñamos en hacer ruido.
Tomo nota
Gracias

Diego dijo...

Hola Soñadora, bonita historia la de este post. Muchas veces queremos llamar la atención y se hace mucho ruido, lo mejor creo que es tener perfil bajo y que los resultados lleguen solos.

Saludos!

MEN dijo...

Conocía esta bonita y sabia historia. Gracias por recordárnosla, un tirón de orejas de vez en cuando no viene mal. Un bessito

Carmen Rosa dijo...

Hola SOÑADORA
Cierto, la humildad es una virtud que tendríamos que cultivar en todo momento. Muy bonito cuento.

Te espera un premio en mi blog, si te apetece llevarlo date una pasadita por allí.
Besos

Momentos dijo...

Hoy me diste materia para reflexionar. Besos

Soñadora dijo...

André, tú mismo lo dices, cada quien le dará la mejor interpretación!
Besitos,

Soñadora dijo...

El Drac, a mí también me ha pasado!
Besitos,

Soñadora dijo...

Sonia, ya lo creo que sí, como para darle vueltas!
Besitos,

Soñadora dijo...

Jose Miguel, buen lugar elegiste para comprobarlo!
Besitos,

Soñadora dijo...

Sara, hay bla bla blas y bla bla blas no ? Jejeje , interesante mi comentario.
besitos,

Soñadora dijo...

Alonzo, creo que todos conoceremos alguien que caiga en el perfil!
Besitos,

Soñadora dijo...

Maria Jesús, vale la pena hacerlo no?
Besitos,

Soñadora dijo...

Adriana, compartimos ideas y aprendizajes, gracias!
Besitos,

Soñadora dijo...

Miriam, una parte nuestra se empeña, otra no!
besitos,

Soñadora dijo...

Diego, comparto tu pensar, prefiero perfil bajo.
Besitos,

Soñadora dijo...

Men, todos necesitamos de vez en cuando pisar tierra firme!
Besitos,

Soñadora dijo...

Carmen Rosa, es una bonita cualidad!
Gracias por el premio, pasaré por tu casita encantada!
Besitos,

Soñadora dijo...

Pilar, me alegra que así sea!
Besitos,

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