...que convierten un día en especial:
Poner un ramo de flores en tu jarrón favorito y ver como día
a día van abriendo y cambiando de tonalidad.
Recibir una llamada inesperada o un email que te hacen sentir especial y te
llenan de alegría.
Abrir la ventana para ver el cielo y descubrir que te espera
un bello arcoiris.
Recibir la partitura de un tema nuevo en tu ensayo semanal del coro y pensar “¿lo lograremos?”, para
luego de un par de ensayos comprobar que va convirtiéndose en canción.
Sentarte en una terraza a disfrutar del sol, aire, lluvia, o
lo que corresponda y simplemente dedicarte a escuchar los sonidos y aromas que
el momento te regala.
Comprar algo que aparenta ser delicioso y comprobar al
probarlo que efectivamente... es delicioso.
Vencer la pereza matutina y salir a correr al parque para empezar el día con nuevos bríos.
Decidir hacer algo y sentir que de pronto todo te es propicio para su realización.
Decidir hacer algo y sentir que de pronto todo te es propicio para su realización.
Sentarte ante un lienzo en blanco con tu juego de lápices de color,
acuarelas, crayolas o lo que te provoque y ver como el lienzo se va convirtiendo en algo hermoso.
Sentir el aroma del café recién pasado gota a gota invadiendo todo
el ambiente a tu alrededor.
Mirarte al espejo y comprobar lo bonito que te sienta esa
sonrisa!