martes, 31 de diciembre de 2024

Momentos van, momentos vienen...



 En pocas horas nos toca despedir al año 2024 y darle la bienvenida al 2025. Es solo el cambio habitual de un día al otro, pero empezar un nuevo año siempre le da un toque interesante e inevitablemente nos pone a pensar como fue el año que despedimos. 

Sin ánimo de hacer un balance, pues cada día es único y especial, pensaría que este año que se va tuvo infinidad de momentos. 

Hubieron alegrías, tristezas, reencuentros, recuerdos, retos, aprendizajes, reinicios. Momentos de nostalgia, momentos de soledad, momentos de fortaleza, momentos de perdón, momentos de reconciliación, momentos de empoderamiento. 

Días complicados, días atareados, días alegres, días simples, días interminables, días de toma de decisiones, días de cambiar de rumbo. Conversaciones profundas, entrañables, intensas.  Personas especiales, cercanas, almas afines.

Me siento agradecida por cada momento, por cada vivencia, por cada error, por cada acierto, por cada aprendizaje, por cada instante. Cada momento vivido engrandece, enriquece, enseña, fortalece. 

Seguiré transitando  la vida con entusiasmo, con curiosidad, con serenidad, con confianza, evitando llevar mochilas pesadas ni asuntos pendientes.  Les dejo un abrazo y mis mejores deseos para el 2025. Que siempre encuentren motivos para sonreír y fuerzas para levantarse y continuar.


domingo, 22 de diciembre de 2024

A puertas de navidad...


 Parece que diciembre tiene prisa en marcharse. Siento que apenas empezó y ya pasado mañana es 24. Las tiendas ofrecen sus ofertas navideñas, las calles lucen iluminadas y decoradas, grandes árboles por doquier recordándonos las fiestas. 

Cenas preparadas a la medida de todos los gustos. Regalos  y más regalos. La gente apresurada eligiendo lo mejor y haciendo check a sus listas de compras. Algarabía y movimiento, alegría e ilusión. 

Deseo que todos tengamos una noche de paz y que recordemos que...

...si queremos recibir sonrisas, es preciso sonreír

...si necesitamos un abrazo, acojamos con brazos abiertos

...si buscamos  un amigo, brindemos amistad

...si precisamos compañía, demos el primer paso

...si hay algo que perdonar, pidamos también perdón

A veces es preciso derribar muros para encontrar el tesoro. 

Es tiempo de cercanía, de amor, de fraternidad. 

Que el Espíritu de la Navidad nos acompañe e ilumine y tengamos todos una


¡FELIZ NAVIDAD!


lunes, 16 de diciembre de 2024

Yo confío en mis habilidades...


 

Es sábado por la tarde. Impera un silencio inusual en casa, todos han salido y decido aprovechar la tarde para poner al día asuntos de trabajo pendientes. Reúno documentos y me instalo a trabajar, pero justo se acaba la batería del celular, de donde debía sacar alguna información. Decido dejar el trabajo para mas tarde.

Se me antoja pintar.  Me gusta dejarme llevar por el momento y elegir los colores que me llaman ese día. Elijo verde agua, azul y morado. Traigo el cuadernillo de mandalas  y abro al azar una página. Este libro acompaña cada mandala con una frase. Me ha tocado "Yo confío en mis habilidades". Me gusta. La siento poderosa. 

Me provoca leerla repetidamente, pensarla, decirla en voz alta. Es bueno recordarlo, a veces dudamos de nuestras capacidades. Ante una situación nueva o difícil nos preguntamos si podremos, nos asustamos, dudamos. Y emprendemos el camino temerosos, sin saber si lo lograremos, para finalmente recordar y comprobar una vez mas que somos mas fuertes y capaces de lo que pensamos. 

Me sirvo un cafecito , me instalo a pintar y así transcurre la tarde:

Mi mano pinta, 
mis ojos contemplan, 
mis pensamientos vuelan, 
mi corazón se aquieta...

sábado, 7 de diciembre de 2024

Acerca de pasar página...


 Una amiga muy cercana enviudó hace un par de meses. Su esposo falleció tras una larga y penosa enfermedad en la que los médicos dijeron que ya nada se podía hacer, solo esperar. Y así pasaron ella y sus hijos los últimos meses, abocados a la tarea de acompañarlo y compartir momentos íntimos y especiales con él. 

Me comentaba ella que por un lado es triste y doloroso ver como tu ser amado se va debilitando, pero por otro, la vida te da la oportunidad de reconciliar lo que haya pendiente y aprovechar el tiempo al máximo. 

Nos hemos acompañado bastante estos últimos tiempos y hemos comparado nuestras experiencias, pues a diferencia de ella, yo perdí a mi esposo de un momento a otro y el golpe fue duro e inesperado. En nuestras charlas llegamos a la conclusión que cada proceso es distinto y único, y que el dolor siempre está presente y cada quien vive y siente su duelo a su manera.

Sin embargo, el otro día me contó, algo desconcertada, que una persona le había dicho que ya era tiempo de pasar página, de olvidar y de seguir camino. La sentí dolida cuando me lo contó, entiendo que dolida por la falta de empatía de este comentario.  Ambas suponemos que habían buenas intenciones tras el consejo, pero a veces estas frases hechas, se dicen sin pensar. 

Hemos de saber respetar los tiempos y sentires de cada persona, y en todo caso, intentar animar a la persona doliente brindándole compañía y un espacio donde pueda expresarse libremente y compartir su dolor. Es la forma de sanar, no de olvidar, pues no se olvida.  Se acepta  que ya no está tu ser querido y se aprende a vivir así. Con el tiempo permanecen los recuerdos y algo de su esencia queda por siempre en el corazón.

domingo, 1 de diciembre de 2024

El arte de comunicar...


 Cuantas veces nos sucede que decimos algo y luego descubrimos que la otra persona escuchó algo distinto a lo que quisimos decir. Basta un ligero cambio en la entonación, en nuestra expresión, un gesto que acompañe lo que decimos o una palabra en lugar de otra.

 Sin olvidar que también influye nuestro estado de ánimo y el estado de ánimo de quien nos escucha. O inclusive lo que el otro cree percibir que decimos según su propia forma de pensar.

Por eso creo que comunicar es todo un arte. Hemos de hallar la receta perfecta que combine la palabra precisa, el tono correcto, la expresión corporal adecuada y la actitud en consonancia. 

El otro día mi nieto me invitó a jugar, cosa que hacemos habitualmente, pero en ese momento yo estaba ensimismada  y le respondí que iba enseguida. 

No quedó conforme con mi respuesta y me preguntó : 
"¿por qué estás  con esa voz?" 

Me tomó por sorpresa y le respondí:
"¿cual voz? es la de siempre"

Inmediatamente me replicó: 
"No, es tu voz de corregir" 

Yo me reí y a la vez me quedé atónita. En primer lugar porque no sabía que tengo también una voz de corregir, y en segundo lugar porque no imaginé que él escucha no solo las palabras que se le dicen sino también el tono en que le son dichas.

Esto me llevó a reflexionar en lo importante que es aprender a comunicarnos y ser muy cuidadosos al hacerlo para evitar malentendidos y poder transmitir lo que en realidad queremos decir.

lunes, 25 de noviembre de 2024

El olor de los recuerdos...


 

Al pasar el otro día por una cafetería cercana,  sentí nítidamente el olor del café recién pasado e inmediatamente mis recuerdos me llevaron a mi mami, quien solía levantarse muy tempranito y sentarse en la oscuridad del comedor a saborear su primer cafecito del día en silencio, pensando, disfrutando,  y toda la casa se llenaba de olor a café.  Otro aroma que inevitablemente me lleva a ella es el de los polvos angel face, aún conservo como un gran tesoro una polvera con su olor.

A mi abuelita siempre la relacionaré con olor a hierba luisa fresca, solía preparar una tetera para después del almuerzo. También la recuerdo por los deliciosos ravioles con que me homenajeaba cada cumpleaños. Mi papá olía a cigarrillo negro sin filtro. La colonia cítrica me hace pensar en el tío Jorge, quien nos acogió en su casa nuestro primer año de casados y solía bañarse en colonia.

El olor a violetas me lleva a una navidad en que recibí como regalo el ansiado frasquito de esencia de violetas  y al abrirlo se me resbaló y se esparció parte del contenido llenando la habitación de su aroma.

El olor a mar me regresa al verano en que pasamos un tiempo en un balneario y en las noches me sentaba en el malecón a escuchar el sonido de las olas y percibir la brisa del mar. Fue el verano en que despedimos a mi hermana Cristi quien se iba a vivir a Suiza.

El olor a vela, a tierra mojada, a limpio, a chocolate, a libro recién abierto, a perfume amaderado, a rompecabezas nuevo, a biblioteca,  tantos aromas que vienen relacionados a determinados momentos y recuerdos. Es impresionante como nuestro cerebro almacena esos aromas y al percibirlos nos remonta al pasado llenándonos de emoción.

martes, 12 de noviembre de 2024

Un día especial...



Hoy ha sido un día muy especial.  Un día como hoy, 11.11. de 1983 celebré mi matrimonio. Fue un viernes al mediodía. Escenas de ese día han acudido hoy  a mi mente cual diapositivas.  Los preparativos, los nervios del momento, la llegada a la iglesia, leer la lectura del amor con voz temblorosa y conteniendo las lágrimas de emoción, las fotos,  la recepción, los saludos, el cariño, la celebración. Todo muy sencillo, muy a nuestro gusto.

Emprendimos este camino muy jóvenes, yo de 21 y el de 27, llenos de amor, planes, ilusiones, propósitos, optimismo y buenas intenciones y estuvimos juntos hasta que a Rolando le tocó partir. 

Formamos una linda familia juntos y aprendimos mucho en ese camino llamado vida. Pasamos momentos hermosos y también difíciles, compartimos alegrías y tristezas, aventuras, responsabilidades, preocupaciones, disgustos, reconciliaciones, acuerdos y desacuerdos. Aprendimos a conocernos, a empezar de nuevo, a ceder, a compartir, a tolerar, a respetar, a perdonar, a perseverar, a apoyarnos mutuamente. 

Miro ahora hacia atrás y me quedo con los momentos hermosos, me quedo con los logros, me quedo con la satisfacción de haber estado juntos hasta el final, me quedo con los años apacibles, me quedo con su amor incondicional. 

Hoy celebro un aniversario mas.



lunes, 4 de noviembre de 2024

Soltar ataduras...



Desde que nacemos nos vamos moldeando de acuerdo a las expectativas de los que nos rodean.  Nos van enseñando y formando de acuerdo a determinadas creencias y así vamos adquiriendo rasgos, características, conductas inducidas por nuestro entorno.  

Aprendemos inconscientemente lo que genera mayor aceptación o aprobación y nos vamos adaptando a ello. Y muchas veces nuestra esencia, nuestro verdadero yo, queda cubierto tras todas estas capas y cubiertas que seguimos añadiendo a lo largo de nuestra vida.

 Es bueno, de vez en cuando , hacer un viaje a nuestro interior, hurgar hasta encontrar esa esencia auténtica, soltar ataduras y prejuicios instaurados e ir retirando capa tras capa hasta dejar aflorar al verdadero yo. Y amar a ese verdadero yo. Será un paseo muy gratificante.


sábado, 26 de octubre de 2024

Tormenta interior...


 

Pensaba el otro día en  la enorme capacidad que tenemos las personas  para crear tormentas de un granito de arena. Un pequeño suceso, un temor, un pensamiento, un comentario, una noticia que nos preocupe y ya estamos imaginando todos los desenlaces posibles, siendo cada escenario posible peor que el otro.

Y la preocupación se adueña de nuestros pensamientos y reaccionamos como si ya estuviera sucediendo aquello que tememos o creemos está por pasar. Podemos incluso llegar a sentir síntomas físicos derivados de esto. 

Es preciso serenarnos, hallar cada quien la estrategia particular que le ayude a mantener la mente en calma para evitar pasar por estas situaciones que tanto nos desestabilizan y pueden llegar a afectar nuestra salud. Y ya en calma analizar la situación objetivamente, está sucediendo algo en realidad? O todo está en mi cabeza?

La música, el ejercicio físico, la meditación, hacer manualidades, pintar, caminar, leer, armar rompecabezas, crearnos un ambiente interior positivo, agradecer, sonreír. Todo ayuda. Es cuestión de probar hasta encontrar lo que mejor resuene con nosotros.

domingo, 13 de octubre de 2024

Cuando hablan las miradas...



Soy de aquellas personas que les gusta mirar a los ojos. Siento que las miradas tienen un lenguaje poderoso, que muchas veces complementa aquello que se dice, o por el contrario, aquello que se calla.

Hay miradas intensas, profundas que transmiten mucha fuerza y energía. Hay también miradas serenas, que contagian calma y armonía.  

Hay miradas que sonríen y te transmiten bienestar.  Otras miradas son frías y levantan un muro a su alrededor.

Están también las miradas esquivas, que evitan el contacto visual para impedir mostrar sus emociones.  Y están aquellas que por el contrario, te brindan apertura, apoyo, solidaridad y empatía. 

Muchas veces las miradas expresan el lenguaje del corazón. En ellas podemos percibir temor, alegría, cariño, vergüenza, amor, timidez, sinceridad, enojo, frustración, inocencia, confianza, comprensión. 

Me gusta recordar a las personas por su mirada, es como si al permitirse expresar algo con los ojos, te abrieran también las puertas de su interior.


miércoles, 9 de octubre de 2024

Resiliencia en el día a día...


 

R esiliencia es fortaleza,

E speranza en el futuro,

S erenidad y confianza,

I lusión por el camino.

L ograr vivir con emoción,

I r en pos de nuestros sueños,

E mpatizar con el mundo,

N utrir el alma con amor.

C oncentrarnos en lo bueno,

I nsistir y perseverar,

A legrarnos de estar vivos.

domingo, 29 de septiembre de 2024

La fuerza del viento...


En las últimas semanas he notado que el viento se ha incrementado y observo en mis caminatas matutinas como los árboles se inclinan según la dirección en la que sopla el viento. Se nota en especial en los árboles que están alineados, ya que sus troncos se tuercen en la misma dirección para luego volver a enderezarse y crecer así, con esa forma. Esos embates del viento los van moldeando y van fortaleciendo sus raíces para poder seguir erguidos y evitar caer.

Algo parecido nos ocurre a las personas ante los embates de la vida. Nos doblamos, nos inclinamos, sentimos que las fuerzas nos abandonan, pero luego de un tiempo nos enderezamos, nos fortalecemos, nos afianzamos en nuestro camino y somos capaces de continuar pese al "viento", y a los problemas que se nos presentan. Nos vamos haciendo resilientes con cada adversidad, cada experiencia, y adquirimos la capacidad de superar las dificultades, sobreponernos y continuar nuestro camino.

viernes, 20 de septiembre de 2024

La visita del colibrí...


 

Estaba el otro día regando unas plantas del balcón cuando de pronto se acercó un pequeño colibrí volando y se quedó frente a la ventana unos segundos mirándome y  batiendo sus alitas para luego continuar vuelo. 

A los pocos días estaba de visita donde unos amigos y me llamó la atención una pintura de un colibrí muy colorida en su sala, luego miré distraída por la ventana y ahí estaba uno aleteando afuera. 

En las últimas semanas me ha ocurrido ver alguno casi a diario sea en el parque o en mis caminatas. No sé si hay mas colibríes, si estoy mas atenta, o si es coincidencia.

Siempre me han gustado, me admira su colorido, su tamaño tan pequeño, su capacidad de mantenerse en el aire mientras liban el néctar de la flor y la velocidad con que mueven sus alas, haciendo que dicho movimiento sea imperceptible a la vista.   

He leído que es protagonista de muchas leyendas y se dice que es portador de alegría, esperanza y buenas nuevas.  Y lo cierto es que verlos me saca una sonrisa y fueron fuente de inspiración para mi.


Un delicado colibrí

iba volando por ahí.

Buscaba un jardín de flores,

con variedad de colores,

pleno de ricos olores

y deliciosos sabores.

Por fin divisó a lo lejos

un jardín lleno de espejos.

Batió alas con frenesí

al ver tantos colibríes

de  coloridos reflejos...

sábado, 7 de septiembre de 2024

Abrir ventanas...


 

Me gusta descorrer las cortinas y abrir las ventanas de casa de par en par por las mañanas, para dejar que entre el sol, el aire, que se ventile y renueve el ambiente. Y me gusta también contemplar hacia afuera, ver como está el día, calcular si lloverá, habrá mucho frío, neblina o si por el contrario calentará el sol.

Veo también a las personas pasar, la mayoría apuradas por llegar a su destino, otras paseando a sus mascotas, unos haciendo deporte, o volviendo de hacer las compras del día con sus bolsas llenas. El tráfico intenso que corresponde a una avenida. Uno que otro sonido característico que anuncia al afilador, al heladero, al panadero, al ropavejero. 

Y pienso que sería bueno que con la misma facilidad con que abrimos las ventanas de casa, pudiésemos también abrir las ventanas de nuestro interior y permitir que tantas emociones y sentimientos que guardamos ahí bajo llave, circulen, se ventilen, salgan y nos quiten un peso de encima.  

Llorar las lágrimas guardadas, expresar el enojo y no dejarle crecer y hacerse un enredo, hablar en lugar de callar, atrevernos sin temer equivocarnos, dar ese primer paso necesario, abrazar con sinceridad, reír a carcajadas, y sobre todo perdonar y erradicar los resentimientos que tanto daño causan.

viernes, 30 de agosto de 2024

Un abrazo te doy, un abrazo me das...


 

"Como una manta abrigada en invierno,

y té caliente de miel con limón,

brisa tibia que endulza por dentro

como la caricia de un rayo de sol.

Luego de buscar por el cielo y la tierra,

una medicina me vine a encontrar, 

es tan antigua como poderosa

cuando la das, la podés encontrar.

Un abrazo te doy, un abrazo me das,

cura del corazón, calma el alma y da paz."

Así nos dice la letra de una canción del grupo Encanto al alma,  titulada "El abrazo", y vaya que me parece acertada su letra. La conocí en tiempos de pandemia, en que vivimos aislados un tiempo y se añoraba más poder dar un abrazo.

Y es que una de las cosas mas reconfortantes que podemos dar o recibir es un abrazo, y he leído que está científicamente comprobado que los abrazos aportan grandes beneficios a nuestra salud física y emocional. Nos brindan calma, alegría, paz, seguridad, fortaleza, tranquilidad. Incluso mejoran nuestro sistema inmune al propiciar que tengamos sentimientos positivos.

Muchas veces, el abrazo sustituye a las palabras y expresa mejor lo que queremos transmitir.  Abrazar es como decir, "todo va a estar bien", "cuenta conmigo", "te entiendo".  Animémonos con mas frecuencia a abrazar, el beneficio será mutuo. Hoy les dejo un gran abrazo.


lunes, 19 de agosto de 2024

Pastillas de vida...


 

Pensaba hoy en mi abuelita, que pasaba tarde tras tarde sentada en su sillón, con su crochet y sus lanas tejiendo "pastillas" que iba reuniendo en una cajita para luego juntarlas y  armar una manta. 

Y reflexionando pensé que cada día, vamos tejiendo "pastillas" con todo lo que nos ocurre a lo largo del día, que luego formarán la manta de nuestra vida. 

En cada jornada vivimos momentos de alegría, tristeza, preocupación, tranquilidad, euforia, empatía, éxito, fracaso, dolor, entusiasmo, decepción, enojo, calma, confusión, aburrimiento, y mucho más.

Reímos, lloramos,  hablamos, cantamos, jugamos, estudiamos, trabajamos, aprendemos, bailamos, caminamos, compartimos, leemos, escribimos, pensamos, nos miramos, nos comunicamos, nos acompañamos, nos escuchamos, nos comprendemos,  nos apoyamos, aprendemos a aceptar, a confiar, crecemos interiormente, vivimos, amamos.

Y van quedando listas nuestras "pastillas", algunas a colores lindos y brillantes, otras opacas y sin brillo, algunas mas en blanco y negro,  que luego entremezcladas formaran el todo que conforma nuestra vida.

domingo, 11 de agosto de 2024

Detalles que tienen magia...


 

A lo largo del día, son muchas las personas con las que interactuamos. Familia, amigos, vecinos, compañeros,  conocidos, colegas, personas que nos ofrecen un servicio, otros que nos atienden en una oficina o local, extraños con los que nos cruzamos, etc.

Intercambiamos saludos, miradas, conversaciones, atenciones diversas, pero he notado que hay ciertas personas que tienen una magia especial en su trato y con un simple detalle te hacen sentir la diferencia.

Son aquellos que te obsequian un saludo amable, una sonrisa, te escuchan atentamente, tratan de resolver tu consulta, te miran a los ojos, te reconocen, se involucran con lo que te sucede.  Capaces de despegar la mirada de la pantalla  y mirarte para así escucharte con atención y comprender lo que necesitas. Te transmiten calidez, seguridad, confianza y la certeza que harán lo posible por ayudarnos.

Los encontramos en todos lados, oficinas, supermercados, bancos, restaurantes, consultorios, clínicas, transporte,  en la calle.

Pienso por ejemplo en el portero que me acompaña a abordar el taxi cuando salgo con mi nieto, el cajero del supermercado que me comenta que hace días no me ve por ahí, la doctora que me explicó con paciencia que es traqueítis cuando me dio el diagnóstico, la señora que limpia el parque al que voy a correr y me sonríe y me hace barra, la enfermera que movió cielo y tierra por permitirme entrar a la sala de emergencias a ver a mi esposo pese a que estaba prohibido el ingreso.

Mi hija que insistió en que viva con ella luego de la muerte de mi esposo, mi yerno que cuando me percibe triste sale a comprarme un chocolate, mi hijo que vive fuera y cada día me manda un video saludándome, el desconocido que me pasó la voz en la calle para avisarme que mi cartera estaba abierta, mi vecina que me hace la guardia para invitarme un cafecito.

Son detalles, tan solo detalles, que alegran mucho el corazón y llenan la vida de milagros cotidianos.

jueves, 1 de agosto de 2024

La noche y yo...

L

De un tiempo a esta parte me he vuelto noctámbula. Durante el día, entre los quehaceres del día a día, el trabajo (independiente felizmente), acompañar a mi nieto, hacer deporte, coro y una que otra actividad mas, se pasan las horas volando.

En cambio en la tranquilidad de la  noche puedo dedicarme a escribir, visitar los blogs amigos, leer, pintar, escuchar música, etc.  

La noche también es propicia para encontrarme conmigo misma, pensar, escucharme, meditar, saber como me siento, indagar que cosas me inquietan o preocupan y cuales me brindan calma o me hacen feliz. Disfruto de esos momentos así como del silencio que lo acompaña, es un momento de introspección que siempre me aporta algo positivo.

Noche profunda

eres fiel compañía

en mi soledad...

Mudo testigo

del vaivén de mi vida

y mi transitar...


sábado, 27 de julio de 2024

La despensa del cronopio...

 



A inicios de los 70,s, mi hermano mayor abrió una tienda de venta de objetos variados, discos, afiches, tarjetas, correas y otros estilo hippie, y le puso por nombre "La despensa del cronopio". Yo tenía 10 años y me encantaba ir a curiosear la tienda  pero lo que mas despertaba  mi curiosidad era el nombre. Me parecía muy original y trataba de imaginar que significado tendría o que sería ser un cronopio.

Ya de adulta, y aficionada a la lectura, conocí a Julio Cortázar con la lectura de Rayuela,  y luego descubrí un libro suyo titulado Historias de Cronopios y de Famas y por fin supe lo que eran los cronopios. 

Nos dice Cortázar: 

Un cronopio es un dibujo fuera del margen o un poema sin rima; es decir, algo que se sale completamente de los parámetros y los registros formales y que va a contracorriente de las tendencias y las normas convencionales.  Son criaturas que se destacan por su gran sensibilidad que les vuelve apasionados de la música, la naturaleza y el arte en general. Otro rasgo identitario de estos personajes es su comportamiento espontáneo: no se dejan llevar por las tendencias y todo lo que hacen está regulado (o impulsado) por sus propias creencias y sueños. Son además desordenados y suelen pensar en positivo. 

«No es fácil ser cronopio. Lo sé por razones profundas, por haber tratado de serlo a lo largo de mi vida; conozco los fracasos, las renuncias y las traiciones.  Ser cronopio es contrapelo, contraluz, contranovela, contradanza, contratodo, contrabajo, contrafagote, contra y recontra cada día contra cada cosa que los demás aceptan y que tiene fuerza de ley. «


Flor y cronopio

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. la flor piensa: "Es como una flor"

Conservación de los recuerdos

Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: “Excursión a Quilmes”, o: “Frank Sinatra”.

Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: “No vayas a lastimarte”, y también: “Cuidado con los escalones”. Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.

jueves, 18 de julio de 2024

Mi primer post...


 

En el mes de julio de 2008 fue que me animé a abrir este, mi primer blog, y lo inauguré publicando mi poema favorito, En paz, de Amado Nervo. De esto han transcurrido ya 16 años, 450 publicaciones e infinidad de sucesos en mi vida. He compartido por igual alegrías, tristezas, reflexiones, pensamientos, inspiraciones, recuerdos, preocupaciones y anécdotas.

Fueron muchos los momentos en que me alejé del blog, y otros tantos en los que volví. Siempre hay una vocecita que me llama y me invita a continuar. Y esto me ha brindado la oportunidad de conocer a muchísimas personas que han enriquecido mi vida. 

Les dejo líneas abajo el poema en mención y les comento que sigue siendo mi  favorito. Me gusta porque habla de equilibrio en la vida, y de que luego de pasar por muchas vivencias, altibajos, aprendizajes, cuestas y pendientes, decisiones acertadas o erradas, hay al final del camino una luz y la posibilidad de marchar en paz. Desde que lo leí por primera vez me cautivó la idea de poder llegar así al final del camino, en paz.


Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste esperanza fallida,

ni trabajos injustos ni pena inmerecida.

Porque veo al final de mi rudo camino

que fui yo el arquitecto de mi propio destino.

Que si extraje la miel o la hiel de las cosas,

fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.

Cuando planté rosales coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno,

mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno.

Hallé sin duda largas las noches de mis penas,

mas no me prometiste tú solo noches buenas 

y en cambio tuve algunas santamente serenas.

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz,

vida nada me debes, vida estamos en paz.

sábado, 13 de julio de 2024

Hay días y días...


 

No todos los días amanecen igual,

hay días soleados que parecen grises,

y días nublados que son luminosos,

mucho depende de la mirada interior...


Si nos sentimos tristes y abatidos,

todo será negro a nuestro alrededor,

y si tenemos el corazón contento,

todo lucirá claro y resplandeciente...


Podemos intentar cambiar el lente,

o esperar la llegada del nuevo día,

aceptar que la vida fluye y se renueva,

y que mañana vendrá un nuevo amanecer...


domingo, 7 de julio de 2024

Monstruos bajo la cama...


 

Cuando era pequeña me daba miedo la oscuridad y cuando me acostaba, me gustaba taparme por completo la cabeza para no “ver” si algo entraba  al cuarto y me asustaba. Mi solución era no ver.

Y asi vamos creciendo y nos vamos acostumbrando a evitar ver lo que nos asusta, lo que nos da inseguridad, lo que nos molesta, lo que nos exaspera, lo que nos frustra, lo que nos saca de nuestra zona de confort. 

Escondemos bajo la cama todos esos monstruos a los cuales no queremos ni nombrar, y que por intentar ignorar les damos más poder. Ahí retozan empoderados el miedo, la ansiedad, la inseguridad, la timidez, el no atrevernos, el enojo, la frustración y algunos etcéteras mas.

Sería un buen ejercicio identificarlos, reconocerlos, nombrarlos, validarlos, aceptarlos, dejarlos salir, sentirlos. Seguramente perderían poder y nos dejarían disfrutar mas de todo lo demás.

sábado, 29 de junio de 2024

Niña otra vez...


 

Me encontraba el otro  día jugando con mi nieto y de pronto me mira con seriedad y me pregunta:

"¿Oma, tú primero fuiste niña o adulta?"

Le respondí que primero fui niña y que con el paso del tiempo fui creciendo hasta convertirme en adulta. Que ese es el proceso natural de la vida, que él también fue bebé, ahora es niño y mas adelante será adulto. Me dijo que él no quería crecer y quería seguir siendo niño. 

Luego le pregunté cómo me veía él, si como niña o como adulta y me dijo que como niña. Le expliqué que eso depende de nuestra actitud, que por mas que crezcamos podemos conservar dentro a nuestro niño interior y dejarlo salir y explayarse y jugar y divertirse. Aceptó entonces crecer y  continuamos jugando.

Y yo continué pensando. Que importante es darse ese permiso de dejarse ser como niños, atrevernos a pasar la tarde entera tirados en el piso jugando, sin preocupaciones, sin estar pendientes del celular, inventando nuevos escenarios de juego, nuevos personajes, construyendo mundos imaginarios.

De mi propia infancia no guardo tantos recuerdos felices, vivía añorando la presencia de mi mamá, y siempre habían problemas y preocupaciones a mi alrededor.

La niña que me habita hoy, y que sale a jugar, es una niña plena, feliz, que disfruta del juego y quiere divertirse. Creo que todos deberíamos darnos la oportunidad de dejar salir a nuestro niño interior. Seguro nos llevaríamos grandes sorpresas y sentiríamos el bienestar que hacerlo nos brinda.


domingo, 23 de junio de 2024

Unidos al cantar...


 

El lunes pasado estaba en el ensayo del coro como cada semana y me puse a pensar en como ha pasado el tiempo desde que empecé a cantar. Fue en el año 2007 que me animé a formar parte del coro venciendo mi timidez y el temor a no estar a la altura. 

Fue la mejor decisión que pude tomar, cantar en grupo es alimento para el espíritu, llena el corazón de alegría y energía, y descarga el peso de las preocupaciones y sinsabores del día a día. Ocurre muchas veces que uno llega al ensayo medio decaído y sale recompuesto y con nuevos bríos. 

Este año, el coro cumple 20 años de su formación, y durante este tiempo son muchas las personas que han pasado por ahí, unos van y vienen, otros permanecen.  

Pero hay un buen grupo de "caseritos" que siempre está y entre los que se ha formado un vínculo muy especial de amistad, compañerismo, solidaridad, unión. Nos hemos acompañado en momentos duros y en momentos felices.

Creo que algo que nos acercó muchísimo fue la pandemia. En una época en que todos vivíamos encerrados, atemorizados, aislados, preocupados, sin poder ver a nadie, mucho menos reunirnos para ensayar, nuestra directora tuvo la brillante idea de convocarnos por zoom cada semana como si asistiéramos al ensayo. Gracias a su fuerza e iniciativa tuvimos nuestro momento de encuentro semanal. 

Y la computadora o el celular se convirtieron en nuestra ventana de salida. Un motivo para arreglarnos y conectarnos a compartir preocupaciones, dudas, sentires, canciones, tristezas, temores, alegrías, esperanzas. Muchos vínculos se cimentaron y se creó una mística de grupo muy especial que nos mantiene unidos en el canto y la amistad.


miércoles, 12 de junio de 2024

¿ Qué pondrías en tu frasquito?


 

El otro día cayó en mis manos un frasquito de aceite esencial de lavanda, de aroma muy agradable y relajante. Me comentaron que era excelente para descansar y que bastaba rociar unas gotas en el dormitorio antes de acostarse para dormir plácidamente. 

Me explicaron también que se utiliza diluido, basta un par de gotas en un frasquito mezcladas con aceite inodoro para percibir su efecto. Vinieron varios pensamientos a mi cabeza. En primer lugar recordé a mi papá diciendo que lo bueno viene siempre en frasco pequeño. 

Luego pensé en mis aromas favoritos, definitivamente los cítricos, encabezando la lista el limón y la hierba luisa. No hago mas que imaginarlos y ya empiezo a sonreír.

Y en una de mis caminatas, iba pensando en como las  cosas sencillas y cotidianas tienen la capacidad de brindarnos felicidad. Y recordé los frasquitos de esencias y se me ocurrió como sería que pudiéramos llenar algunos de ellos con estos momentos.

Una llamada inesperada, un buen libro, escuchar música, abrazar, una tarde de amigas,  pintar, perdonar, cantar, una larga caminata, disfrutar de la naturaleza, una conversación profunda, sonreír, oír el canto de las aves, correr en el parque,  sentir el olor de la tierra mojada, agradecer, escuchar caer la lluvia, mirar profundamente, jugar,  compartir un café, meditar, contemplar la puesta del sol, bailar,  sentarse a la orilla del mar y admirar su grandeza, el chocolate, recordar, vivir...

jueves, 6 de junio de 2024

Una tarde especial...


 

Es sábado por la tarde, todos han salido de casa, estoy sola y me provoca sentarme a pintar.  Saco mi libro de mandalas, mis colores y me instalo cómodamente en la mesa. Decido acompañar el momento con un cortadito y música.  Todo parece indicar que será una tarde apacible.

Tomo unos sorbos de café, elijo un color y empiezo a colorear a la par que la música empieza a sonar. He elegido una lista de mis canciones favoritas y las pongo en modo aleatorio pues me gusta dejarme sorprender. Hay canciones de todas las épocas y todas tienen en común que en su momento han sido especiales y guardan gratos recuerdos.

Vuelvo a revivir algunos de esos momentos, se agolpan en mi interior la nostalgia, la emoción, la melancolía. Desfilan por mi cabeza como si se tratase de escenas de alguna película muchas veces vista, tardes compartidas en grata compañía, sendas conversaciones, largas caminatas, emociones intensas, sueños y anhelos, amor y desamor, perdón y reconciliación, comprensión y aceptación.   

Canciones cantadas a viva voz, otras tarareadas en voz bajita. Es la magia de la música capaz de despertar emociones, sentimientos, recuerdos y hacernos vibrar.

El pintar ha tomado un rol secundario, coloreo en forma automática cambiando de color instintivamente, ya sin pensar. Fluye la música, fluye la pintura, fluyen también algunas lágrimas por mis mejillas, y no me perturban, agradezco que me ayuden a apaciguar mi interior. He aprendido que es mejor dejarlas salir.  

Se termina el café, la tarde va llegando a su fin.  Apago la música, guardo mis pinturas, lavo mi taza. Cierro los ojos brevemente y descanso agradecida de haber pasado una tarde especial.  

viernes, 31 de mayo de 2024

Mañana será otro día...


 

...es una frase que utilizaba mi mamá con frecuencia. Sea que quisiera darle ánimos a alguien que se sintiera agobiado por alguna preocupación, o que se lo dijera a si misma cuando algún problema la atormentaba  sin lograr hallarle solución. Se echaba el problema a las espaldas y dejaba de pensar en él ( o por lo menos lo intentaba) y confiaba en que el mañana lo resolvería.

Y muchas veces sucedía así, pues muchos de nuestros problemas se originan en nuestros pensamientos, en nuestros temores, en nuestras creencias,  y nuestra mente los empodera y hace que el panorama se vea cada vez mas oscuro y de más difícil solución.  

En cambio al dejar de pensar en lo que nos preocupa o intentar restarle importancia, vemos luego que no era tan grave como parecía, o que en todo caso fue algo con lo que si pudimos lidiar. Pero para lograr esto hemos de respirar profundo, calmarnos , serenarnos, y confiar.

Otra de sus frases bandera era "el golpe avisa".  La usaba para darse ánimos al emprender un nuevo proyecto o tomar un nuevo camino. Estaba convencida que para lograr algo hay que atreverse y tenía una fuerza y empuje admirables. Pienso que era una luchadora.

Ambas frases me acompañan siempre, y me escucho muchas veces a mi misma aplicándomelas,  o  diciéndoselas a otra persona que necesita escuchar algo así. Es también una forma natural de tener a mi mamá siempre conmigo, como si fuese ella quien me da el consejo y me acompaña y anima.

viernes, 24 de mayo de 2024

Una ceremonia especial...


 El 1° de noviembre pasado recibí una invitación para asistir a una ceremonia de cacao. Me invitó Ele, la tanatóloga que me acompañó en mi proceso de duelo tras la muerte de mi esposo. 

Con ella aprendí que toda pérdida conlleva un duelo, no solo la pérdida física de un ser amado.  Fue ella quien me ayudó a aceptar lo que había sucedido y me explicó que cada duelo es único y especial, y que es importante sentirlo y transitarlo.  Ella misma me enseñó que es bueno llorar, y lo hice cada vez que lo necesité. Dijo que no hay un plazo determinado para el duelo y que eso depende de cada persona y que debemos aceptarlo y respetarlo.

Ella tuvo la idea de organizar esta ceremonia de cacao para conmemorar 5 años de labor  e invitó a aquellos que había  acompañado en sus procesos de duelo en los últimos meses. Asistimos 10 personas en total. No nos conocíamos entre nosotros, nuestro nexo era Ele. Todos llegamos con nuestra mochila pesada, llena de tristeza, dolor, desconsuelo, incertidumbre, pesar.  Quizás albergábamos la esperanza de que Ele sacará una varita mágica y nos librará de tanta tristeza.

Nos invitaron a sentarnos en cojines alrededor del cacao, y cada quien llevó un retrato o un objeto que le recordara a su ser querido. Así en círculo hicimos una meditación y mientras Florencia nos explicaba la ceremonia fuimos compartiendo el cacao junto con frutos secos.  Y el ambiente se fue aligerando, el silencio inicial se fue disipando, y empezamos a compartir nuestros testimonios y nos brindamos contención y comprensión y dejamos de ser extraños para ser parte de una comunidad, una comunidad de dolientes. 

Nos enseñaron también un cántico que entonamos en grupo una y otra vez  y que creó un ambiente místico. Un cántico sencillo que nos explicaron utilizan en algunas culturas para acompañar el tránsito de las almas a la otra vida. Se aligeraron las penas, se descargaron las mochilas, y al finalizar todos nos despedimos con grandes abrazos y con la tranquilidad de no estar solos en el proceso. Después de ese día, ese canto  acompaña muchas de mis caminatas, me llena de paz y esperanza.

miércoles, 15 de mayo de 2024

El arte de escuchar ...


El otro día, al recoger a mi nieto del nido, íbamos paseando de la mano y conversando de como había sido su día, cuando de pronto me dice: "Oma, sabes? Almudena si escucha". Cabe resaltar que tiene 3 años de edad. Su comentario me dejó sorprendida, pues no es habitual que un niño tan pequeño se percate de ésto. El se refería a quién le presta atención cuando  le habla. Con naturalidad le pregunté quien mas escucha y me hizo una lista mental de quienes de sus compañeritos escuchan y quienes no.

Le comenté que eso es natural y que entre adultos también sucede así, que no todos "escuchan". Y le mencioné a dos amigas mías que él conoce, contándole que ellas si escuchan. Me miró con picardía y me dijo "pero yo quiero que me cuentes quien de tus amigas no escucha". Jajajaja, no deja de sorprenderme.

Y es que comunicarse no siempre es fácil, hay quienes no escuchan, y también quienes entienden distinto. Y es que la percepción de cada uno cambia y está influenciada por cómo pensamos, o lo que creemos que nos dirá la otra persona. A veces nuestro diálogo interno no nos permite concentrarnos para escuchar.  También están quienes sabes escuchar hasta el silencio.

Encontré la vez pasada esta frase que les comparto y que me pareció totalmente atinada.


Hace algunos años, publiqué en este blog un chiste que encontré referente a las interpretaciones. Les comparto el link por si quieren reírse un poco.

https://unpensamientoparacadadia.blogspot.com/2010/05/como-dice-que-dijo.html


miércoles, 8 de mayo de 2024

Retazos de infancia...

* En la foto, estamos Cristi y yo en las escaleras del edificio de mi infancia. Yo soy la  del triciclo.

En el taller de escritura nos dejaron la tarea de escribir cada día, durante una semana, algún recuerdo de infancia. No hice mas que leer la indicación y ya mi mente estaba instalada en esa época, y me costaba pensar en otra cosa. Se agolpaban en mi cabeza recuerdos de lo mas variados. 

 El primero de todos, el olor de la hierba luisa del jardín de mi abuelita, mamama,  que me encargaba cosechar para poner a hervir para el almuerzo. El olor del perfume de violetas. El sabor dulce de los capulíes que recogía cada vez que debía bajar al jardín. Los nísperos que caían maduros del árbol. Los ravioles que preparaba mamama por mi cumpleaños. El plátano con leche, azúcar y canela que tomabamos al lonche. 

Los domingos que esperaba con ansías para recibir la visita de papá y mamá. Los paseos a la Herradura con ellos para pasar por el tunel y pedir un deseo.  Las tardes en que los iba a visitar. El olor de los polvos Angel Face que usaba mi mamá. 

Mamama mirándome desde la cocina mientras yo esperaba en la puerta del edificio que llegue la movilidad para llevarme al colegio. Los paseos al "prado" que solía hacer con papapa, tomados de la mano.  Las tardes paseando en mi triciclo por la entrada del edificio.  El día que desde la movilidad vi caer por las escaleras a mi abuelita y me fui llorando al colegio. 

El disco de Topo Gigio que me regaló mi hermana Cristi por mi cumpleaños. Los rompecabezas que amaba armar.  Los libros que leía con entusiasmo y que me llevaban de paseo a tantos lugares. El pavo que criaba mamama en la azotea para la navidad, y que me asustaba cada vez que debía subir a recoger la ropa. 

Acompañar a Cristi a pasear o  comprar y admirarla interiormente. Las largas horas que pasaba echada en el sofa de la sala imaginando que podía caminar por los muritos del techo. Las tardes sentada con mamama aprendiendo a tejer y bordar. La ropita que con tanto ahínco le tejía a crochet a mi muñeca.

El día que mi hermano Gastón se casó y yo asistí a su boda con mi vestido de primera comunión. El verano que alquilamos una casita en el balneario de Naplo y pude aprender a nadar. La tristeza infinita cuando Cristi viajó a Suiza para casarse y quedarse a vivir allá. La llegada de Hansi, el canario que vino a vivir a nuestra casa luego que el novio de Cristi regresó a Suiza. La felicidad que sentí cuando fuimos a vivir juntos mamama,  yo, papá y mamá. 

Tantos sentimientos juntos, tantos recuerdos, tantas tristezas, alegrías, añoranzas, ausencias y pequeños acontecimientos que estaban dormidos en mi corazón y que en esos días cobraron protagonismo y me dieron la oportunidad de acariciar a mi niña interior y decirle que ahora todo está bien.

Recordarlos, escribirlos, procesarlos, sanarlos, compartirlos fue importante, fue bueno, fue intenso, fue reconciliador.


martes, 30 de abril de 2024

Y de repente un amigo...


 

La sorpresiva muerte de mi compañero de vida, no solo me dejó tristeza, dolor, vacío y soledad. También me dejó muchas interrogantes.  

¿Quién soy yo ahora?

¿Qué parte de mi de aquella que fui permanece en mí?

¿Cómo será mi camino a partir de ahora?

¿Tendré la fuerza necesaria?

¿Tomaré con facilidad sola mis decisiones?

Y así, una tras otra fueron llegando muchas preguntas a mi cabeza. Sé que la vida es constante cambio, y que nosotros también cambiamos momento a momento.

Sé también que cuando compartimos el día a día con alguien, vamos asimilando cosas de ese alguien, y este a su vez asimila cosas nuestras.  Y nos convertimos en una suerte de fusión.

Y me preguntaba yo que quedaría de aquella joven de 17 años tras compartir 44 años juntos.

 ¿Permanecería aún dentro de mí?

 ¿Sería posible volver a ser simplemente yo?

¿Podría redescubrir que me gusta a mí?

Me venía a la cabeza la canción de Mercedes Sosa que dice:

 “Volver a los 17, después de vivir un siglo,

es como descifrar signos, sin ser sabio competente,

volver a ser de repente tan frágil como un segundo,

volver a sentir profundo como un niño frente a Dios,

eso es lo que siento yo en este instante fecundo”…

Y un par de meses después, recibo un mensaje de Facebook, de quien fue mi mejor amigo en esa época de adolescencia y juventud, que supo ser amigo, amor platónico, confidente, y compinche,  y a quien por azares del destino no había vuelto a ver ni saber nada de él. Me escribió curioso de saber que fue de mi vida y me comentó que le gustaría retomar aquella vieja y entrañable amistad.

Y empezamos a conversar a menudo por teléfono, pues vive en otro país. Y tuvo la paciencia de escuchar mis largos silencios de congoja, y supo entender e interpretar mis monosílabos, así como adivinar como me sentía en aquella apatía en que estuve sumida los primeros meses.

 Y sin saberlo, dio respuesta a muchas de mis interrogantes, pues supo reconocerme en aquella persona en que me había convertido y me repitió muchas veces que yo no había cambiado y que sentía que yo seguía siendo la misma yo con la que solía compartir sus cosas en aquella época.

Me dio tranquilidad. Ahora ya me reconozco, he podido continuar mi camino por la vida, tomar algunas decisiones, darme cuenta que si tengo las fuerzas que requiero, reconocer qué me gusta, y mirar con gratitud aquellos muchos años de vida compartida.

Agradezco  que en momento oportuno haya reaparecido ese amigo, y me agrada saber que la esencia de uno permanece intacta, pese a los avatares de la vida.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...