Es sábado
por la tarde, todos han salido de casa, estoy sola y me provoca sentarme a
pintar. Saco mi libro de mandalas, mis
colores y me instalo cómodamente en la mesa. Decido acompañar el momento con un
cortadito y música. Todo parece indicar
que será una tarde apacible.
Tomo unos
sorbos de café, elijo un color y empiezo a colorear a la par que la música
empieza a sonar. He elegido una lista de mis canciones favoritas y las pongo en
modo aleatorio pues me gusta dejarme sorprender. Hay canciones de todas las
épocas y todas tienen en común que en su momento han sido especiales y guardan
gratos recuerdos.
Vuelvo a revivir algunos de esos momentos, se agolpan en mi interior la nostalgia, la emoción, la melancolía. Desfilan por mi cabeza como si se tratase de escenas de alguna película muchas veces vista, tardes compartidas en grata compañía, sendas conversaciones, largas caminatas, emociones intensas, sueños y anhelos, amor y desamor, perdón y reconciliación, comprensión y aceptación.
Canciones cantadas a viva voz, otras
tarareadas en voz bajita. Es la magia de la música capaz de despertar emociones,
sentimientos, recuerdos y hacernos vibrar.
El pintar ha tomado un rol secundario, coloreo en forma automática cambiando de color instintivamente, ya sin pensar. Fluye la música, fluye la pintura, fluyen también algunas lágrimas por mis mejillas, y no me perturban, agradezco que me ayuden a apaciguar mi interior. He aprendido que es mejor dejarlas salir.
Se termina el café, la tarde va llegando a su
fin. Apago la música, guardo mis
pinturas, lavo mi taza. Cierro los ojos brevemente y descanso agradecida de haber
pasado una tarde especial.
Y un placer haberla compartido...
ResponderEliminarCasi vivido diría yo!
Abrazos Cecilia.
Hola Ernesto, que bueno que compartiste el momento conmigo.
EliminarUn abrazo grande amigo
La nostalgia nos lleva a esos momentos que se han ido, que nunca volverán; aún así, seguimos viviendo y recordando.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Fibo, dicen que recordar es volver a vivir. Es lindo volver a esos momentos y poderlos recordar.
EliminarUn abrazo
Cecilia, casualmente escuchè a un sicòlogo decir que hace muy bien recordar pues desarrolla la memoria ya que a una cierta edad la vamos perdiendo.
ResponderEliminarBesos
Hola Norma, en ese caso, que vivan los recuerdos! Es muy gratificante recordar momentos vividos.
EliminarBesos
Es genial cuando uno pasa inspirada entre recuerdos y sueños. Me gusto que hayas pasado una tarde especial. Te mando un beso.
ResponderEliminarHola Citu, si ,son momentos geniales.
EliminarUn beso
Nice post. Have a lovely weekend
ResponderEliminarHola Babypose, gracias por tu visita.
EliminarSaludos
Comparto tus ganas de pintar, no mandalas, me gusta dibujar copiando paisajes y la musica es mi compañera, tambièn al completar la rutina de ejercicios de mi pierna, paso de Pavarotti a Tini y de ella a Abel Pintos. Hermosa tarde la que disfrutaste y nos compartiste.
ResponderEliminarHola Mariarosa, cuando uno pinta o dibuja, la mente se relaja y es como hacer una meditación. Me gustan mucho esos momentos.
EliminarAbrazo!
Quizás la nostalgia y la melancolía, salpicado por tus sonrisas, fue lo que pintaste en el cuadro. Me alegro por tu tarde serena, aunque más sereno debes tener tu corazón, supongo, para conectarte con ella.
ResponderEliminarVa un abrazo, Soñadora.
Hola Julio David, bonita combinación la que describes. Intento siempre cultivar la serenidad en mi corazón.
EliminarUn abrazo!
Yo también dedicó mi tiempo a veces a dibujar pero normalmente en silencio. La música es muy poderosa para desatar emociones o recordar, y siempre me vienen las lágrimas. Besos
ResponderEliminarHola Inma, es lindo dibujar y pintar, uno se llena de paz. La música tiene un poder increíble, mueve muchos sentimientos.
EliminarBesos
Y así es exactamente como sucede la magia, mi amiga
ResponderEliminarPaz
Isaac
Hola Isaac, la magia de lo cotidiano.
EliminarAbrazo