miércoles, 28 de noviembre de 2012

Vivir con esperanza...


Esperanza es alegría,

Sentir confianza y gratitud,

Paz interior que te colma,

Encender y compartir tu luz;

Redescubrir siempre la ilusión,

Agradecer y vivir cada nuevo "hoy",

Navegar sin brújula y fluir,

Zanjar todo enarbolando una sonrisa,

Atreverte a dar siempre un paso más.

Soñadora

martes, 20 de noviembre de 2012

Estas a un paso.....


de vivir en positivo cuando:

casi disfrutas,
casi aceptas,
casi confías,
casi perdonas;
casi agradeces,
casi respetas,
casi valoras,
casi compartes;
casi consuelas,
casi acompañas,
casi acaricias,
casi amas;
casi sonríes,
casi ayudas,
casi abrazas,
casi te alegras;
casi lo intentas,
casi te permites,
casi te atreves,
casi vives...


Es buen momento para hacer a un lado ese casi limitante y poner manos a la obra!

lunes, 12 de noviembre de 2012

Y comieron de un plato.....


....perro, pericote y gato.

En días pasados se celebró el día de San Martín de Porres, santo limeño muy querido y venerado en Perú.  Y hoy quiero compartir con ustedes uno de sus milagros más conocidos, muy simpático por cierto, narrado en las Tradiciones Peruanas de don Ricardo Palma como sigue a continuación:

Nuestro paisano Martín de Porres, en vida y después de muerto, hizo milagros por mayor. Hacía milagros con la facilidad con que otros hacen versos.Fray Martín de Porres tuvo especial predilección por los pericotes, incómodos huéspedes que campaban, como moros sin señor, en celdas, cocina y refectorio del convento en que  nuestro lego desempeñaba las funciones de enfermero.

Aburridos los frailes con la invasión de roedores, inventaron diversas trampas para cazarlos, lo que rarísima vez lograban. Fray Martín puso también en la enfermería una ratonera, y un ratonzuelo bisoño, atraído por el tufillo del queso, se dejó atrapar en ella. Libertolo el lego y colocándolo en la palma de la mano, le dijo:
-Váyase, hermanito, y diga a sus compañeros que no sean molestos ni nocivos en las celdas; que se vayan a vivir en la huerta, y que yo cuidaré de llevarles alimento cada día.
El embajador cumplió con la embajada, y desde ese momento la ratonil muchitanga abandonó claustros y se trasladó a la huerta. Por supuesto que fray Martín los visitó todas las mañanas, llevando un cesto de desperdicios o provisiones, y que los pericotes acudían como llamados con campanilla.
Mantenía en su celda nuestro buen lego un perro y un gato, y había logrado que ambos animales viviesen en fraternal concordia. Y tanto que comían juntos en la misma escudilla o plato.
Mirábalos una tarde comer en sana paz, cuando de pronto el perro gruñó y encrespose el gato. Era que un ratón, atraído por el olorcillo de la vianda, había osado asomar el hocico fuera de su agujero. Descubriolo fray Martín, y volviéndose hacia perro y gato, les dijo:
-Cálmense, criaturas del Señor, cálmense.
Acercose en seguida al agujero del muro, y dijo:
-Salga sin cuidado, hermano pericote. Paréceme que tiene necesidad de comer; apropíncuese, que no le harán daño.
Y dirigiéndose a los otros dos animales, añadió:
-Vaya, hijos, denle siempre un lugarcito al convidado, que Dios da para los tres.
Y el ratón, sin hacerse de rogar, aceptó el convite, y desde ese día comió en amor y compaña con perro y gato.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...