Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo no te pertenecen.
Puedes darles tu amor
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas,
porque ellas viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a tí
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual,
tus hijos como flechas vivientes
son impulsados hacia adelante.
Deja que la mano de Arquero nos doblegue
y lance la flecha hacia el infinito.
Porque, asi como el ama la flecha que vuela,
Ama tambien el arco que es estable.
KAHLIL GIBRAN , "El Profeta"
sábado, 13 de septiembre de 2008
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precioso post. Gracias por compartirlo
ResponderEliminarUn beso
Rampy.
Maravilloso autor y maravilloso su escrito como casi todo lo que he leído de él, Ha sido una buena elección
ResponderEliminarUn beso, preciosa
Natacha.