Aún ahora cuando miro hacia atrás y lo recuerdo me parece que fue sólo un sueño, pero no, hay fotos, vivencias, recuerdos, evidencias de que aquel viaje si se realizó y más aún, de que fui yo la protagonista.....
A comienzos de enero, y dos días antes de que mi hijo emprendiera su viaje de regreso a Alemania donde vive y estudia, nos comentó que en el mes de febrero él, junto con sus compañeros de curso, recibiría del obispo de su diócesis el ministerio del acolitado. Comentó incluso bromeando que aún tenía que pensar a quién invitaría a dicha ceremonia, pues disponía de una mesa para ellos y no tiene familia allá.
Imaginarán la mar de sentimientos que se me agolparon dentro al oirlo, y tan solo una mirada cómplice entre mi esposo y yo me llevó a pensar que quizás podría ser yo una de sus invitadas. Pero el tema quedó ahí, en el tintero, latente, sin ser tocado.
La respuesta llegaría unos días más tarde, cuando hablando por teléfono con él me tocó el tema y tímidamente me dijo que le gustaría que yo esté ahí. No pude dar crédito a mis palabras cuando me oí decir : "en ese caso ahí estaré".
No fue más que colgar el fono y un torbellino de pensamientos me invadió:
Tengo que tramitar pasaporte,
organizar el trabajo que dejaré pendiente,
solicitar la visa, averiguar los requisitos,
¿ quién quedará a cargo de la empresa?
¿ dónde me voy a hospedar allá?
¿ cuántos días me quedaré?
¿ podré comunicarme con mi nivel de alemán, el cual casi no practico?
¿ me atreveré a viajar sóla?
conseguir ropa que me abrigue,
¿ qué hacer si me da claustrofobia en el avión?
¿ cómo financiaré el pasaje?
Como se podrán imaginar , cada una de las dudas, dificultades, interrogantes, trabas e inquietudes halló solución.
En una semana tuve listos pasaporte, visa y pasaje.
Mi hija se ofreció a encargarse de la empresa, de la casa y de su papi y lo hizo brillantemente (gracias mil :D ).
Respecto a mi claustrofobia pude controlarla y conservar la calma, eso si, sentada junto al pasillo, para no sentirme aprisionada, y buscando estar entretenida con películas, sudokus y música, evitando mirar tumultos.
Mi alemán me sorprendió. Pese a que lo aprendí hace muchos años y casi no lo he practicado, estaba ahí, listo para ser utilizado y pude comunicarme sin problemas.
Y lo más importante, pude estar con él doce inolvidables días, en que compartí su día a día en el seminario (me hospedaron ahí mismo). Fui su huésped y me dejé engreir por él, hablamos, paseamos, oramos, conversamos, cocinamos, compartimos, cantamos y disfrutamos tremendamente de cada instante. No me quedaron dudas de que cuando decidimos de corazón llevar adelante un proyecto, lo logramos realizar, más aún si la motivación es el amor.
!Ay que entrada más bonita, más emotiva y más llena de sentimiento!, me alegro que hicieses ese viaje a Alemania y que estuvieras con tu hijo, que disfrutases de cada instante y que te volvieses a Lima rebosando ternura y amor, me alegro tantisimo Soñadora, de veras...
ResponderEliminarpues sí, tienes toda la razón, cuando uno cree en un proyecto y le pone amor, claro que el proyecto sale palante ¿quien podría pararlo?.
Y ya veo que tambíen a tí te dan claustrofobia los aviones, a mí, además de la claustrofobia (que siento no solo en los aviones sino en cualquier espacio cerrado), resulta que me dan dolor de oídos, y pese a lo de la presurización, cada vez que aterrizo tengo los oidos atronaos, me quedo medio sorda, y el dolor no se me quita en horas... la otorrina me mandó unas pastillas, que efectivamente algo me alivian, pero no se llevan todos los sintomas
!enfín!, pero vamos, pese a todo, yo hubiera ido a pasar esos días con mi hijo (en mi caso hijas, lo mío en femenino) con dolor de oido o con lo que sea... (secretillo: yo también pido pasillo, y también voy cargada de sodokus y pasatiempos varios)
Me ha encantao leer tu entrada y todo ese tropel de sentimientos maravillosos que transmites.
Millonazo de besotes gordotes
Me alego un montón soñadora de lo que nos cuentas, pero ¿sabes?, de lo que mas me alegro es que hayas tenido la suerte de tener un hijo sacerdote y una familia tan maravillosa.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!!.
Sembraste bien y tuviste suerte con la siembra
Ayyyyy amiguis Soñadora mía¡¡¡ qué lindo lo que viviste¡¡ Y cuánta razón llevas en decir que cuando uno se propone algo, se encomienda a Dios, las cosas mas allá, mas acá, salen. Hay tantas veces que uno flaquea en esto de sus ilusiones y sueños, pero siempre ahí está la esperanza, la ilusión de concretarlos. No veas cuan felíz me siento por tí, Soñadora. Tu sueño se hizo realidad, Enhorabuena, cariño¡¡
ResponderEliminarUn besazo
Que bella historia nos cuentas y además la has vivido tu misma.
ResponderEliminarPor supuesto que cuando nos mueve el amor, se acomodan todas las piezas como en un puzzle.
Me alegro que hayas compartido con tu hijo tan bellos momentos.
un abrazo Soñadora!
a veces solo es cuestion de decirdirnos.. que bueno que lo hiciste un rcuerdo inolvidable seguramente =)
ResponderEliminarsaludos!
Soñadora
ResponderEliminarEse es el poder de la mente y del amor. Cuando uno realmente quiere algo, lo consigue si se lo propone firmemente. Y no me llama nada la atención la telepatía entre tu mente y la de tu hijo, son cosas de Dios y de la energía universal.
Me alegro que le hayas acompañado en acto tan importante y en los doce días que duró el viaje. Quedará un bello recuerdo en la mente y en los corazones de ustedes dos.
Un abrazo y feliz miércoles.
Juan Antonio
Qué hermoso comparto tu felicidad querida amiga sé que lo han disfrutado los dos y guardarán hermosos recuerdos. un abrazo
ResponderEliminarQue hermoso todo lo que te ha pasado SOÑADORA una experiencia como tu dices llena de amor de principio a fin y cuando eso sucede, se superan todas las situaciones inciertas de la mejor manera. Cada vez que hablas de tu hijo me da mucha ternura y alegría a la vez, debe ser maravilloso tener un hijo sacerdote.
ResponderEliminarBesitos
Claro que sí, Soñadora, hiciste lo que debías hacer y estuviste junto a tu hijo en un día tan importante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que entrañable esta historia... Que no hace una madre por un hijo? Has formado una familia estupenda Cecilia (que bonito nombre tienes)
ResponderEliminarUn abrazo enorme!!
Hola Soñadora, se nota que la pasaron bien y pudiste disfrutar esos 12 días con tu hijo al máximo.
ResponderEliminarEs bonito que hayas podido compartir esos momentos con tu hijo y seguro que siempre lo recordarás.
Saludos!
¿Qué añadir? Nada,nada, compartir de nuevo la alegría contigo, al escribirlo ahora se rememora y parece que el viaje lo acabas de hacer.
ResponderEliminarUn besito
P.D. ( bajito: me encanta volar)
Mi querida Soñadora: Me hace feliz todo lo que cuentas porque sé con la ilusión que lo has vivido. Eso es un regalo que te ha hecho la vida y al que ha colaborado el resto de la familia.Me alegro muchísimo.
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
Lo mas importante para una madre son sus hijos y todo lo que les rodea, me ha encantado tu entrada, es tan... de Madre que haces que se me dibuje una sonrisa.
ResponderEliminarPreciosos sentimientos.
Besines viajeros
Entiendo perfectamente tu gozo. Me uno a él y te aseguro mi oración por tu hijo. Un abrazo
ResponderEliminar¡Ay, soñadora, qué experiencia tan maravillosa! Quién lo iba a decir ¿no? ¡Que suerte y que bonito y disfrute viaje!
ResponderEliminarMe ha gustado tu nuevo blog, me ha gustado tu viaje a Alemania y por supuestísimo tu maravilloso hijo. Rezo por él cada día. ¿Qué regalo te ha hecho el Señor tan grande! Mi hermana es madre de un hijo sacerdote y estamos hinchados de alegría. Comprendo tu felicidad.
No dudes que seguiré rezando cada día por él y por ti para que siempre le puedas ayudar.
Gracias por todo. Un fuerte abrazo y a seguir disfrutando.
Feliz día para todos. Muuuuuuuaaaaaaa
Que bonito !! Ese amor que transmiten con todo aquello que haces. Eres mi gran Idolo, por tu fuerza, por tu forma de ser, por dar todo aquello que puedes y mas !!
ResponderEliminarTe llevo siempre en el corazon!!
Espero no volver a desaparecer.
Mil besos querida C.
El amor mueve montañas. Supeaste todos los obstáculos e hiciste lo que debías y te apetecía hacer. Y ahora guardas un recuerdo maravilloso, y tu hijo también. Preciosa entrada.
ResponderEliminarTe respondí hace días y había muchas respuestas pero se ve que se han perdido con los problemas que ha habido en Blogger.
Un abrazo.
Soñadora
ResponderEliminarMaravillosa experiecia junto a tu hijo. Me alegro que lo hayan pasado tan bien.
Por cierto, comenté esta entrada de forma minuciosa, pero veo que no entró el mensaje. Lástima porque me gustó tanto tu entrada que hasta me emocioné al comentarlo. Creo que fue nada más tú subirlo.
Son cosas de la técnica.
Un abrazo y feliz semana.
Juan Antonio
Hola, es precioso el leer tus vivencias junto ha tu hijo me alegro mucho de que disfrutaras tanto y sigas disfrutando de los recuerdos. saludos
ResponderEliminarSoñadora, te dejé un comentario... con esto de la avería del Blogger, se ve que se ha borrao !a saber donde andará y si lo repondrán!, bueno, lo que te decía entonces es que yo haría como tú, sacaría tiempo de donde fuera, cruzaría rios y mares (movería cielo y tierra, decimos por quí en un refranillo) para ir con mi hijo, hasta Alemania o al fin del mundo, por lo que te entiendo, luego, todo ese disfrute que habeis tenido los dos es bien merecido: enhorabuena!!!!
ResponderEliminarEl amor es la base de la vida misma, como se dice "el amor mueve montañas" !ya lo creo que sí!
Millonazo de besitos gordotes
Hola Soñadora,,,que lindo y emocionante lo que cuentas,,, y gracias a Dios todo salió a pedir de bocas,,y es muy cierto el amor mueve montañas,,,me encantó leerte!!!!
ResponderEliminarBesitos....
Anna, me alegra infinitamente verte por acá, yo también te tengo siempre presente y te agradezco tu cariño y amistad!
ResponderEliminarBesitos,
Sonia, tú también me ayudaste en su momento con tu consejo y ese pequeño empujoncito, gracias!
ResponderEliminarSi, se han perdido muchos comentarios, me da pena!
Besitos,
Juan Antonio, efectivamente, llegué a leer tu comentario anterior y me encantó, lamentablemente con los problemas de blogger se perdieron todos, gracias por volver a comentar!
ResponderEliminarBesitos,
Nany, gracias por tus palabras, en verdad que los recuerdos quedan y me hacen muy feliz!
ResponderEliminarBesitos,
Mi querida Apm, gracias por volver. Este blogger se nos llevó los comentarios y ya dudo que lo regresen. Llegué a leer tu comentario anterior y ví que ambas sufrimos en los aviones, jeje.
ResponderEliminarBesitos,
Ilusión, gracias! Fue una experiencia maravillosa la que pude vivir.
ResponderEliminarBesitos,
Se comió mi comentario, que le vamos a hacer.
ResponderEliminarBesines
¡Que alegría¡ Me encanta que hayas podido disfrutar junto a tu hijo estos dias.
ResponderEliminarAun recuerdo en Navidades cuando se retraso su vuelo...
Es casi como una pequeña recompensa del cielo por tu paciencia de esos dias
Gracias por compartirlo, las alegrias de los amigos, alegran el día
Un beso enorme
Simplementeyo, ese día blogger estuvo travieso!
ResponderEliminarBesitos,
Miriam, gracias por compartir mi alegría!
ResponderEliminarbesitos,
Me alegro enormemente por todo eso que has vivido con tu hijo. El amor más grande del mundo es por ellos.
ResponderEliminarFíjate qué casualida, por mi cumpleaños, mi hija me regaló un viaje, (solas las dos) a Roma, para mí un sueño.
Tenemos que felicitarnos por poder disfrutar esos momentos con ellos que son nuestra vida.
Un abrazo muy fuerte y mi enhorabuena.
Paqui, que lindo lo que me cuentas¡ Me alegro que pudieras disfrutar de ese hermoso viaje. No hay caso, ¡somos afortunadas¡
ResponderEliminarBesitos,