Desde hace algunos años, de lunes a viernes, suelo empezar mi mañana con una hora de ejercicios antes de ponerme a trabajar. Me ayuda con el estrés, siento que me recarga de energía positiva, me pone activa, me ayuda a conservar una buena salud y a disimular mi afición por los chocolates (mmmm!), en fin, me despeja!
Estos últimos días me percaté de que pese a realizar la misma rutina y dedicar el mismo tiempo, cada día que pasa requiero menos esfuerzo, transpiro menos y mi corazón se agita menos. Al principio no le di importancia, "está bajando el calor" pensé; pero analizando mejor las cosas (tengo esa manía!) descubrí que mi cuerpo y mi mente ya se habían aprendido la rutina a la perfección y lo estaba haciendo mecánicamente mientras mis pensamientos vagaban cómodamente por ahí.
Así que decidí poner manos a la obra e ir cambiando cada día el orden de los ejercicios, la intensidad, las combinaciones y el resultado no se hizo esperar. Mi cuerpo reaccionó, tuvo que hacer nuevos esfuerzos cada día y ahora intento sorprenderlo cada vez!
Esto me llevó a pensar cuan fuerte puede ser el poder de la costumbre en las cosas sencillas de la vida y también en las más importantes. Vamos asimilando a lo largo de la vida costumbres, rutinas, actividades, actitudes que poco a poco van formando parte de nuestro día a día, lo cual nos lleva a perder la ilusión y la capacidad de asombro, y ahí se quedan por siempre. Algunas son necesarias, agradables, otras simplemente se aposentaron ahí y ya casi ni nos percatamos de que están.
Creo que sería positivo de vez en cuando hacer una "revisión" e ir haciendo algunos cambios para no perder jamás el entusiasmo y las ganas de vivir!
Al respecto encontré este cuento zen que grafica muy bien de lo que hablo:
Un maestro zen y sus discípulos se reunían a meditar cada tarde. El gato que vivía en el monasterio corría de un lado al otro y los distraía de su práctica, así que el maestro ordenó que ataran al gato durante toda la práctica de la meditación. Cuando el profesor murió años más tarde, el gato continuó siendo atado durante la sesión de meditación. Y cuando, a la larga, el gato murió, otro gato fue traído al monasterio para poder tener un gato al que atar a la hora de meditar. Nadie se cuestionó el porqué, simplemente la costumbre quedó arraigada.
Pues llevas razón con el cuento zen que nos has puesto. Nos acostumbramos a una cosa y la incorporamos a nuestra vida como automátas.
ResponderEliminarEl ejemplo que cuentas pasa mucho en los trabajos. La burocracia sin mas.
Que tengas un buen fin de semana. Un beso
precioso blog, y todas tus historias encantada de leerlos,
ResponderEliminarbesitos
Hola Soñadora¡¡¡ Precioso tu post, me vino genial por el tema del ejercicioooooooooo -qué karma¡¡¡- y por cierto, por lo que sigue a continuación de ello. La rutina mata todo y muchas veces nos atonta tanto, que no pensamos y hacemos las cosas por inercia.
ResponderEliminar"Despabílate amor", he de repetirme¡¡¡
Un besito grande y buen finde
La rutina no solo mata a las emociones de todo ,de todo sentimiento, además, nos quita la posibilidad de la evolución, de ser mejor , o al menos saber como serás siendo distinto. Tus mañanas se habían covertido en rutina ¡habías atado al gato!
ResponderEliminarPreciosa tu entrada.
¡Feliz fin de semana!.
Un beso
Una entrada muy sugerente...y llena de sabiduria, el cuento zen como siempre ayuda a cambiar el chip....gracias por compartir y despertar...la urgencia de continua renovación para no quedar
ResponderEliminarnos atrapados en la rutina. Un saludo cariñoso Begoña
Nunca hay que perder la ilusión. Si hay que introducir cambios, se introducen.
ResponderEliminarMuy bonito post.
Un beso.
Mi querida Soñadora : Tendemos a caer en la monotonía por aquello de la comodidad sin darnos cuenta de que corremos un grave peligro y es que la monotonía mata todo tipo de ilusión, es como una especie de muerte prematura. Me parece estupenda la costumbre que tienes.
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
Es cierto Soñadora, a mi tambien suele ocurrirme.
ResponderEliminarPero al tomar conciencia como tu lo has hecho, volvemos al centro y realizamos cada acto con plena observación.
Excelente entrada!
Abrazsos.
Totalmente de acuerdo. No hay nada peor que la monotonía. Oxida el cuerpo y el alma.
ResponderEliminarUn abrazo muuuuuuy grande, Soñadora.
Hago ejercicios diariamente ¡como tu!, es una tabla de mantenimiento y rehabilitación; y si...mi cabeza se pierde en sueños y miles de asuntos sin nada que ver con la gimnasia... ¡es buena idea alterar el orden!,
ResponderEliminar¡quizás me siente mejor!, gracias.
La capacidad de asombro no se debe perder nunca...también la ejercito diariamente.
Besos miles.
Muy interesante, tienes toda la razón, me parece muy buena idea lo de alterar las rutinas para sorprender y sorprendernos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes mucha razon cariño, la rutina lo mata todo, ilusiones, sueños, el alma, el cuerpo. me gusta leerte, me hace pensar y me anima.bikiños
ResponderEliminarTienes toda la razón, me gusta como lo dices, y me haces pensar, gracias por ello.
ResponderEliminarBesines.
Hola Soñadora:
ResponderEliminarNo estaría demás hacer esa "revisión" de la que hablas, de vez en cuando, porque perder el entusiasmo, no beneficia en nada, te lo puedo asegurar.
Tener a alguien como tu al lado, es como tener un tesoro.
Un beso fuerte.
Yo también hago algo de ejercicio, pero no cada día y a última hora.
ResponderEliminarSobre la rutina, me apunto a lo de la "revisión".
Además de eliminar cosas superfluas, los cambios, iluminan la vida, y aportan nuevas energías
Gracias por recordarmelo
Ah, y me ha hecho muchísima gracia la foto de la rana¡¡
Un abrazo renovado
Hola SOÑADORA
ResponderEliminarQue bueno que realices ejercicio y sobretodo de manera creativa. Es importante salir de la zona de confort rompiendo la rutina, sólo así conservaremos el entusiasmo y las ganas de seguir adelante.
Lindo post.
Un abrazo
Querida Soñadora,
ResponderEliminarSin querer me imagino leerte descalzo. Caminando sobre arena fresca.
Un beso,
Tengo tantas costumbres que cambiar... y sobre todo la de correr constantemente, haya o no necesidad... ves, eso es una costumbre mal aprendida...
ResponderEliminarSerá cuestion de reflexionar y darle prioridad a mi mente para que relaje el cuerpo y le de lo que realmente necesita!!!
Gracias por esto... me ayuda!!!
Miles de besos a tu alma!!!
Chus, es verdad, hay ocasiones en que nos volvemos autómatas.
ResponderEliminarBesitos,
Lluviaenelsilenciodelanoche, gracias mil por tu visita y comentario!
ResponderEliminarBesitos,
Zully, felizmente aún somos capaces de darnos cuenta y hacernos un recorderis al respecto!
ResponderEliminarBesitos,
Si André, textualmente tenía mi gato atado! Ahora la cosa marcha mejor, con el factor sorpresa de por medio.
ResponderEliminarBesitos,
Abedul, es lo que tienen los cuentos zen no? En su sencillez y simplicidad nos dejan buenas enseñanzas.
ResponderEliminarBesos,
Yuria, de vez en cuando es renovador incluir algunos cambios, se respiran nuevos aires.
ResponderEliminarBesitos,
Malena, y lo peor de todo es que esas costumbres nos van creando una especie de zona de confort, libre de altibajos y por ende de emociones!
ResponderEliminarBesitos,
Adriana, creo que si vale la pena hacer ese ejercicio de revisión de vez en cuando.
ResponderEliminarBesitos,
Monik, va haciendo su trabajo pasito a paso, hasta que se establece!
ResponderEliminarBesitos,
Menchu, inténtalo, te sorprenderán los resultados del cambio. Cuando veo tus pinturas o tus fotografías intuyo que si, que mantienes viva esa capacidad de asombro!
ResponderEliminarBesitos,
Sonia, ante los cambios los primeros sorprendidos y beneficiados somos nosotros mismos!
ResponderEliminarbesitos,
Lamentablemente es así Esther, pero felizmente la solución está en nuestra propia decisión!
ResponderEliminarBesitos,
Simplementeyo, tus palabras me alegran y me animan, gracias!
ResponderEliminarBesitos,
Paqui, lo peor de todo es que la rutina nos brinda aparente comodidad. Gracias por lo que me dices.
ResponderEliminarBesitos,
Miriam, más o menos como la rana andamos nosotros cuando descansamos muy cómodos en nuestras rutinas! jejeje
ResponderEliminarBesitos,
Carmen Rosa, en realidad el ejercicio se ha vuelto parte imprescindible de mis mañanas, me llena de energías, y ahora que le pongo variedad, más aún!
ResponderEliminarBesitos,
Robërtier, esa caminata tuya sobre arena fresca me ha gustado, gracias!
ResponderEliminarBesitos,
Mi querida Alma, vivimos en un mundo que corre apresurado, casi sin entender el porqué. Es necesario darnos un respiro, e ir paso a paso, lograremos lo mismo pero con tranquilidad.
ResponderEliminarBesitos,
Soñadora, tienes toda la razón, la fuerza de la costumbre hace que ya ni nos percatemos de lo que hacemos, por lo que dejamos de observar y gozar por cada acción u observación cotidiana.
ResponderEliminarEl cuento zen es perfecto para que nos demos cuenta de las costumbres y tradiciones, y que con el tiempo se pierde el sentido por el que se instituyeron.
Un abrazo y feliz fin de semana. Y que Dios les ilumine para elegir al Presidente que lleve al país con mano firme, pero amorosamente, con sensibilidad y tacto.
Juan Antonio
Muy cierto!! somos presos de las rutinas y perdemos con facilidad el entusiasmo y la alegria!!
ResponderEliminarTodo un desafio sorprendernos cada dia!!
Besos
Vivi, ya lo creo que es difícil, pero con un poquito de ingenio algo se va logrando!
ResponderEliminarBesitos,
Gracias Juan Antonio, ahora ya estamos camino a la segunda vuelta y no creas que andamos todos preocupados.
ResponderEliminarBesitos,