viernes, 1 de abril de 2011

La fuerza de la costumbre...



Desde hace algunos años, de lunes a viernes, suelo empezar mi mañana con una hora de ejercicios antes de ponerme a trabajar. Me ayuda con el estrés, siento que me recarga de energía positiva, me pone activa, me ayuda a conservar una buena salud y a disimular mi afición por los chocolates (mmmm!), en fin, me despeja!


Estos últimos días me percaté de que pese a realizar la misma rutina y dedicar el mismo tiempo, cada día que pasa requiero menos esfuerzo, transpiro menos y mi corazón se agita menos. Al principio no le di importancia, "está bajando el calor" pensé; pero analizando mejor las cosas (tengo esa manía!) descubrí que mi cuerpo y mi mente ya se habían aprendido la rutina a la perfección y lo estaba haciendo mecánicamente mientras mis pensamientos vagaban cómodamente por ahí.


Así que decidí poner manos a la obra e ir cambiando cada día el orden de los ejercicios, la intensidad, las combinaciones y el resultado no se hizo esperar. Mi cuerpo reaccionó, tuvo que hacer nuevos esfuerzos cada día y ahora intento sorprenderlo cada vez!


Esto me llevó a pensar cuan fuerte puede ser el poder de la costumbre en las cosas sencillas de la vida y también en las más importantes. Vamos asimilando a lo largo de la vida costumbres, rutinas, actividades, actitudes que poco a poco van formando parte de nuestro día a día, lo cual nos lleva a perder la ilusión y la capacidad de asombro, y ahí se quedan por siempre. Algunas son necesarias, agradables, otras simplemente se aposentaron ahí y ya casi ni nos percatamos de que están.


Creo que sería positivo de vez en cuando hacer una "revisión" e ir haciendo algunos cambios para no perder jamás el entusiasmo y las ganas de vivir!


Al respecto encontré este cuento zen que grafica muy bien de lo que hablo:



Un maestro zen y sus discípulos se reunían a meditar cada tarde. El gato que vivía en el monasterio corría de un lado al otro y los distraía de su práctica, así que el maestro ordenó que ataran al gato durante toda la práctica de la meditación. Cuando el profesor murió años más tarde, el gato continuó siendo atado durante la sesión de meditación. Y cuando, a la larga, el gato murió, otro gato fue traído al monasterio para poder tener un gato al que atar a la hora de meditar. Nadie se cuestionó el porqué, simplemente la costumbre quedó arraigada.

40 comentarios:

Chus dijo...

Pues llevas razón con el cuento zen que nos has puesto. Nos acostumbramos a una cosa y la incorporamos a nuestra vida como automátas.

El ejemplo que cuentas pasa mucho en los trabajos. La burocracia sin mas.

Que tengas un buen fin de semana. Un beso

Anónimo dijo...

precioso blog, y todas tus historias encantada de leerlos,

besitos

Zully dijo...

Hola Soñadora¡¡¡ Precioso tu post, me vino genial por el tema del ejercicioooooooooo -qué karma¡¡¡- y por cierto, por lo que sigue a continuación de ello. La rutina mata todo y muchas veces nos atonta tanto, que no pensamos y hacemos las cosas por inercia.
"Despabílate amor", he de repetirme¡¡¡
Un besito grande y buen finde

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

La rutina no solo mata a las emociones de todo ,de todo sentimiento, además, nos quita la posibilidad de la evolución, de ser mejor , o al menos saber como serás siendo distinto. Tus mañanas se habían covertido en rutina ¡habías atado al gato!

Preciosa tu entrada.
¡Feliz fin de semana!.
Un beso

Abedul dijo...

Una entrada muy sugerente...y llena de sabiduria, el cuento zen como siempre ayuda a cambiar el chip....gracias por compartir y despertar...la urgencia de continua renovación para no quedar
nos atrapados en la rutina. Un saludo cariñoso Begoña

Yuria dijo...

Nunca hay que perder la ilusión. Si hay que introducir cambios, se introducen.

Muy bonito post.

Un beso.

Nacida en África dijo...

Mi querida Soñadora : Tendemos a caer en la monotonía por aquello de la comodidad sin darnos cuenta de que corremos un grave peligro y es que la monotonía mata todo tipo de ilusión, es como una especie de muerte prematura. Me parece estupenda la costumbre que tienes.

Brisas y besos.

Malena

Adriana Alba dijo...

Es cierto Soñadora, a mi tambien suele ocurrirme.

Pero al tomar conciencia como tu lo has hecho, volvemos al centro y realizamos cada acto con plena observación.

Excelente entrada!

Abrazsos.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. No hay nada peor que la monotonía. Oxida el cuerpo y el alma.
Un abrazo muuuuuuy grande, Soñadora.

Menchu dijo...

Hago ejercicios diariamente ¡como tu!, es una tabla de mantenimiento y rehabilitación; y si...mi cabeza se pierde en sueños y miles de asuntos sin nada que ver con la gimnasia... ¡es buena idea alterar el orden!,
¡quizás me siente mejor!, gracias.
La capacidad de asombro no se debe perder nunca...también la ejercito diariamente.
Besos miles.

Sonia dijo...

Muy interesante, tienes toda la razón, me parece muy buena idea lo de alterar las rutinas para sorprender y sorprendernos.

Un abrazo.

Esther dijo...

Tienes mucha razon cariño, la rutina lo mata todo, ilusiones, sueños, el alma, el cuerpo. me gusta leerte, me hace pensar y me anima.bikiños

Simplementeyo dijo...

Tienes toda la razón, me gusta como lo dices, y me haces pensar, gracias por ello.
Besines.

Paqui dijo...

Hola Soñadora:
No estaría demás hacer esa "revisión" de la que hablas, de vez en cuando, porque perder el entusiasmo, no beneficia en nada, te lo puedo asegurar.
Tener a alguien como tu al lado, es como tener un tesoro.
Un beso fuerte.

Miriam dijo...

Yo también hago algo de ejercicio, pero no cada día y a última hora.

Sobre la rutina, me apunto a lo de la "revisión".
Además de eliminar cosas superfluas, los cambios, iluminan la vida, y aportan nuevas energías
Gracias por recordarmelo
Ah, y me ha hecho muchísima gracia la foto de la rana¡¡
Un abrazo renovado

Carmen Rosa dijo...

Hola SOÑADORA
Que bueno que realices ejercicio y sobretodo de manera creativa. Es importante salir de la zona de confort rompiendo la rutina, sólo así conservaremos el entusiasmo y las ganas de seguir adelante.
Lindo post.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Querida Soñadora,
Sin querer me imagino leerte descalzo. Caminando sobre arena fresca.
Un beso,

Alma naif dijo...

Tengo tantas costumbres que cambiar... y sobre todo la de correr constantemente, haya o no necesidad... ves, eso es una costumbre mal aprendida...
Será cuestion de reflexionar y darle prioridad a mi mente para que relaje el cuerpo y le de lo que realmente necesita!!!
Gracias por esto... me ayuda!!!
Miles de besos a tu alma!!!

Soñadora dijo...

Chus, es verdad, hay ocasiones en que nos volvemos autómatas.
Besitos,

Soñadora dijo...

Lluviaenelsilenciodelanoche, gracias mil por tu visita y comentario!
Besitos,

Soñadora dijo...

Zully, felizmente aún somos capaces de darnos cuenta y hacernos un recorderis al respecto!
Besitos,

Soñadora dijo...

Si André, textualmente tenía mi gato atado! Ahora la cosa marcha mejor, con el factor sorpresa de por medio.
Besitos,

Soñadora dijo...

Abedul, es lo que tienen los cuentos zen no? En su sencillez y simplicidad nos dejan buenas enseñanzas.
Besos,

Soñadora dijo...

Yuria, de vez en cuando es renovador incluir algunos cambios, se respiran nuevos aires.
Besitos,

Soñadora dijo...

Malena, y lo peor de todo es que esas costumbres nos van creando una especie de zona de confort, libre de altibajos y por ende de emociones!
Besitos,

Soñadora dijo...

Adriana, creo que si vale la pena hacer ese ejercicio de revisión de vez en cuando.
Besitos,

Soñadora dijo...

Monik, va haciendo su trabajo pasito a paso, hasta que se establece!
Besitos,

Soñadora dijo...

Menchu, inténtalo, te sorprenderán los resultados del cambio. Cuando veo tus pinturas o tus fotografías intuyo que si, que mantienes viva esa capacidad de asombro!
Besitos,

Soñadora dijo...

Sonia, ante los cambios los primeros sorprendidos y beneficiados somos nosotros mismos!
besitos,

Soñadora dijo...

Lamentablemente es así Esther, pero felizmente la solución está en nuestra propia decisión!
Besitos,

Soñadora dijo...

Simplementeyo, tus palabras me alegran y me animan, gracias!
Besitos,

Soñadora dijo...

Paqui, lo peor de todo es que la rutina nos brinda aparente comodidad. Gracias por lo que me dices.
Besitos,

Soñadora dijo...

Miriam, más o menos como la rana andamos nosotros cuando descansamos muy cómodos en nuestras rutinas! jejeje
Besitos,

Soñadora dijo...

Carmen Rosa, en realidad el ejercicio se ha vuelto parte imprescindible de mis mañanas, me llena de energías, y ahora que le pongo variedad, más aún!
Besitos,

Soñadora dijo...

Robërtier, esa caminata tuya sobre arena fresca me ha gustado, gracias!
Besitos,

Soñadora dijo...

Mi querida Alma, vivimos en un mundo que corre apresurado, casi sin entender el porqué. Es necesario darnos un respiro, e ir paso a paso, lograremos lo mismo pero con tranquilidad.
Besitos,

Juan Antonio dijo...

Soñadora, tienes toda la razón, la fuerza de la costumbre hace que ya ni nos percatemos de lo que hacemos, por lo que dejamos de observar y gozar por cada acción u observación cotidiana.

El cuento zen es perfecto para que nos demos cuenta de las costumbres y tradiciones, y que con el tiempo se pierde el sentido por el que se instituyeron.

Un abrazo y feliz fin de semana. Y que Dios les ilumine para elegir al Presidente que lleve al país con mano firme, pero amorosamente, con sensibilidad y tacto.

Juan Antonio

Vivi dijo...

Muy cierto!! somos presos de las rutinas y perdemos con facilidad el entusiasmo y la alegria!!

Todo un desafio sorprendernos cada dia!!

Besos

Soñadora dijo...

Vivi, ya lo creo que es difícil, pero con un poquito de ingenio algo se va logrando!
Besitos,

Soñadora dijo...

Gracias Juan Antonio, ahora ya estamos camino a la segunda vuelta y no creas que andamos todos preocupados.
Besitos,

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