
El sábado pasado fue mi cumpleaños número 49, aunque dado que mi número favorito es el 7 me gusta decir que fue mi cumpleaños 7 * 7 .
Fue un día bonito y tranquilo, que pasé rodeada de cariño y atenciones y que este año coincidió con el Sábado de Gloria.
Imposible no estar contenta si consideramos las manos amorosas de mi hija que me prepararon un delicioso almuerzo con postre incluido, la llamada llena de cariño de mi hijo, que me cantó y me hizo sentir que la distancia física entre nosotros se diluía, o el afan de mi esposo intentando que estuviera contenta. Contribuyeron también muchas muestras de cariño telefónicas o por escrito, y por supuesto que estuvieron presentes en mi corazón todos aquellos que ya partieron como mis padres, mis hermanos, y tantos seres queridos que estoy segura estuvieron también cerca de mí en este día.
Imposible no estar contenta si consideramos las manos amorosas de mi hija que me prepararon un delicioso almuerzo con postre incluido, la llamada llena de cariño de mi hijo, que me cantó y me hizo sentir que la distancia física entre nosotros se diluía, o el afan de mi esposo intentando que estuviera contenta. Contribuyeron también muchas muestras de cariño telefónicas o por escrito, y por supuesto que estuvieron presentes en mi corazón todos aquellos que ya partieron como mis padres, mis hermanos, y tantos seres queridos que estoy segura estuvieron también cerca de mí en este día.
Por la noche fuimos a celebrar la Vigilia Pascual a la parroquia y la viví con mucha alegría y gratitud en el corazón por cada día de vida que disfruto. En alguna ocasión les he comentado que soy optimista, pero ahora, intentando ser objetiva puedo decir con seguridad que el balance de mi vida es positivo, que las alegrías superan en grande a las tristezas, que intento vivir y disfrutar cada día que Dios me regala con gratitud, y quiero también agradecerles a todos ustedes que me acompañan en este camino bloguero, a quienes siento tan cercanos como si les conociera y con quienes comparto mis pensamientos y sentimientos.
En años anteriores hemos compartido un brindis o una tortita pero esta vez quería compartir algo distinto y esta mañana escuché la canción "La vida es un carnaval" de Celia Cruz y pensé que nada mejor que esta canción tan llena de alegría para compartir con ustedes, escúchenla y porque no, anímense a dar unos pasitos de baile a su ritmo!