Va….!
Y comienza la vorágine de pensamientos a fluir por nuestra
cabeza. No necesitan mayor estímulo,
simplemente surgen y llenan nuestra mente de ideas de todo tipo. Ahí se
entremezclan las inseguridades y los
temores con el optimismo y la confianza, luchando cada cual por ser el
preponderante.
Que si puedo, que si nunca lo lograré.
Que si soy lo máximo,
que si nada me sale bien.
Que lo que hago pasa desapercibido, que esta vez sí que me
lucí.
Que todo lo que hice fue en vano, que valió la pena el
esfuerzo.
Y así, siempre contradictorios, siempre encontrados, siempre
claros y oscuros a la vez.
Algunos muy sensatos
y otros completamente disparatados; hay de los que logran inflarte como un pavo real, y otros que por el
contrario te empequeñecen cual ratoncillo asustado.
Todo el día en constante movimiento, bullicio interno que
difícilmente podemos apaciguar, siempre en actividad, siempre en
discrepancia.
Hace falta mucho empeño, fuerza interior, autocontrol y autoestima para poder evitar aquellos
pensamientos que nos empequeñecen o asustan y
cultivar los que nos elevan, pero con la práctica a veces se consigue, y cuando logras pensar
objetivamente y hallar el equilibrio descubres que generalmente el balance de los hechos fue positivo.
Una entrada positiva que ayuda a seguir intentándolo. ¡Pero cuesta tanto...! ¡Y es tan deprimente que sean los de alrededor, los mismos que están en el pozo con uno, los que siempre estén fastidiando y haciendo la vida más difícil!
ResponderEliminarA veces ni poniendo todo el empeño nos sacudimos el fracaso.
Ese equilibrio que cita es más escaso que el oro...
¡Buena suerte!
Acertada descripción de lo que es la mente y los pensamientos Soñadora. Los opuestos, las contradicciones, los extremos. El baile que se traen y al que obligan las más de las veces.
ResponderEliminarHace falta una cierta voluntad, si. Y como bien señalas la práctica acaba consiguiendo pensar con cierta objetividad.
Hay una frase que encierra una gran sabiduría. Y que repito con frecuencia cuando pensamientos "sin sentido" llegan hasta mí.
"No sostengo opiniones acerca de nada".
Un gran abrazo.
"No busques la verdad; simplemente, deja de atesorar opiniones... Si quieres conocer la verdad, entonces no sostengas opiniones ni a favor ni en contra de nada. Establecer lo que te gusta frente a lo que no te gusta es la enfermedad de la mente".
SENG-TS'AN
http://www.oshogulaab.com/ZEN/TEXTOS/HSINHSINMING.htm
Y al final de cuentas desafiamos miedos y vencemos y vamos teniendo nuestros logros.
ResponderEliminarLo describiste perfectamente.
Besos anisados.
Muy bueno Soñadora....lo comparto totalmente....
ResponderEliminarUn besito....buena semana...
Ha sido un placer encontrrte
ResponderEliminarHola Soñadora, cuando consiguen disgustarme, que no cualquiera lo logra, cuando me excedo en las cosas que hago, mis pensamientos se desbocan y debo hacer grandes esfuerzos para acallarlos.
ResponderEliminarPero en general soy de ejercer el autocontrol y la relajación.Además los problemas no los dejo sin resolver ni acumular, sino que cuanto más pronto me los saco de encima mejor.La generalidad es como lo dices.
Un beso.
PD: He vuelto a escribir luego de unos meses, me sorprende la cantidad de bajas en el mundo blog, pero tal vez vuelvan como he hecho yo.
José, si bien es cierto que es escaso, no es imposible y bien vale el esfuerzo por alcanzarlo y sentir tranquilidad interior.
ResponderEliminarUn abrazo!
Ernesto, muchas veces se nos hace difícil mantenernos al margen de opinar no? En especial cuando los pensamientos están en plena danza! Pero si, con práctica y decisión se puede, todo se puede.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sara, y que bien se siente con cada uno de esos logros interiores!
ResponderEliminarAbrazos y besos!
Gracias Camelia, una linda semana para tí!
ResponderEliminarRecomenzar, bienvenida! Y gracias por dejar tu huella por acá!
ResponderEliminarHola Migue, gracias por visitarme. Yo también dejé de escribir unos meses, pero me alegro de haber vuelto, es algo que me alegra hacer.
ResponderEliminarUn beso!
Precioso!
ResponderEliminarGracias por tu visita.
abrazos Soñadora.
Adriana, un fuerte abrazo!
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