Cuentan que un anciano perdió el conocimiento en una calle y lo llevaron de emergencia a un hospital.
Después de hacer algunas indagaciones, una enfermera del lugar pareció localizar al hijo del anciano, un marino que trabajaba en otra ciudad.
Cuando el marino llegó al hospital, la enfermera le dijo al anciano:
El pobre anciano, sedado por tantos medicamentos, levantó su brazo tembloroso. El marino tomó su mano y la tuvo entre las suyas por varias horas. De vez en cuando la enfermera le sugería al marino que se tomara un descanso, pero él rehusaba.
Cerca de la madrugada, el anciano falleció. Luego que murió, el marino le preguntó a la enfermera:
-¿Quién era ese hombre?
La enfermera le dijo:
-¿No era su padre?
-No, dijo el marino, pero vi que se estaba muriendo y en ese momento él necesitaba a un hijo desesperadamente y por eso me quedé.....
Uffff, qué ternura. Ojala hubiese mucha gente así... amiga.
ResponderEliminarUn beso, cielo
Natacha.
Que hermoso relato!!! que lindo tener esa caridad hacia la gente, y encontrarse con personitas asi de humildes y buenas en la vida...hermoso post...te dejo muchos besos!!!
ResponderEliminarasu que tal blog para reflexionar, oie y dime de donde sacas todas esas ideas que estan buenas. se ve que siempre paras de buen animo.
ResponderEliminarVaya! Me sorprendió gratamente este relato. Ya apenas queda gente así. Un saludo!
ResponderEliminarufffff me has hecho llorar ......me quede sin nada que decir
ResponderEliminarBellisima lección de amor y caridad, acciones que no abundan mucho en estos tiempos. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarme has hecho llorar, pero que historia tan linda, un beso
ResponderEliminarSoñadora
ResponderEliminar¡Cuánto amor el de ese hombre!
En este mundo se necesitan personas como él que repartan amor a manos llenas, ya que hay mucha gente que viven con el corazón seco de cariño, de comprensión y de amor.
Un abrazo.
Juan Antonio
Una historia muy emotiva y tierna. Gracias por compartirla
ResponderEliminarTe mando un beso enorme
Rampi
Bonita historia y enseñanza.
ResponderEliminarBesitos guapa.
Si Natacha, que gesto tan noble y desprendido no?
ResponderEliminarBesitos para tí.
Nataly, a veces tan solo una sonrisa o una palabra amiga es lo que algunos esperan de nosotros no? debemos estar alertas.
ResponderEliminarBesitos,
Diariodeunavirgen, bienvenida a mi rinconcito. Estar de buen ánimo es algo que intento cada día.
ResponderEliminarUn beso,
Si Josef, a mí también me emocionó el relato cuando lo lei. El marino supo darle la compañía que el anciano necesitaba no? En realidad no cuesta mucho esfuerzo hacer algo así , pero a veces tenemos el corazón un poquito duro.
ResponderEliminarBesos,
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ResponderEliminarMezze, cuanta ternura no? A mí también me hizo llorar un poquito.
ResponderEliminarBesitos
Aquiyosolita, es cierto que no abundan, pero probablemente hay mas de las que sabemos no?
ResponderEliminarBesitos,
Mery, que bueno que te haya gustado esta historia no? A veces en la simpleza está la grandeza.
ResponderEliminarBesitos,
Juan Antonio, es cierto, hay mucha gente con el corazón desierto de cariño, hay que tratar de esparcir un poco de caridad y amor por el mundo.
ResponderEliminarBesos,
Otro beso enorme para tí Rampy y que bueno que te haya gustado la historia.
ResponderEliminarBesitos,
Libra, siempre podemos encontrar enseñanzas en las historias no?
ResponderEliminarBesitos,
Que bonito!! Ojalá que todos pudieramos ser como ese marino! hay tanta gente muriendo sola y que necesita de cariño y compañia en esos momentos!
ResponderEliminarBesos y Gracias por traer el Premio!
te lo mereces!!
Joana, lindo gesto el del marino no? Quizás hay muchos mas de esos gestos nobles de los que uno no tiene conocimiento.
ResponderEliminarGracias por tu cariño, besitos,