Quiero compartir ahora un cuento corto que me causó gracia:
EL CONTRABANDISTA
Nasrudin solía cruzar la frontera todos los días con las cestas de su asno cargadas de paja. Como admitía ser un contrabandista cuando volvía a casa por las noches, los guardas de la frontera le registraban una y otra vez. Registraban su persona, cernían la paja, la sumergían en agua, e incluso la quemaban de vez en cuando.
Mientras tanto, la prosperidad de Nasrudin aumentaba visiblemente.
Un día se retiró y fue a vivir a otro país, donde, unos años mas tarde, le encontró uno de los aduaneros.
-Ahora me lo puedes decir Nasrudin, ¿Qué pasabas de contrabando, que nunca pudimos descubrirlo?
-Asnos, contestó Nasrudin.
Será que a veces no podemos ver mas allá de nuestras narices? Jajajja!
¡Sí que es gracioso! Además el contrabandista lo admitía sin tapujos. Estuvo bien.
ResponderEliminarBss!
Hola Soñadora:
ResponderEliminarEste cuento tiene una gran enseñanza.
Te invito a mi blog, he leído que tienes dos hijos. Busco publicar experiencias de partos y nacimientos. Si gustas yo paso por aquí y lo cuelgo en el mio. Es un blog experimental para personas sensibles.
Un saludo, lo que más me gusta de la artesanía de tu país es la plata trabajada con la técnica de filigrana ¡preciosos trabajos artesanales!
Gracias por tu visita Bell George , y por tus comentarios. Efectivamente aca en Peru hay unos trabajos de artesanía preciosos, y de los cuales soy admiradora, siempre intento que en mi casa hayan detallitos artesanales.
ResponderEliminarRespecto a tu pedido, prometo inspirarme en estos días para poder contar esa experiencia tan especial que fue para mi traer al mundo a mis dos "chiquitos" queridos, aunque ya no sean chiquitos.
Un saludo especial desde Perú.
Hola, me hiciste sonreir con el cuentico y en verdad uno a veces no se fija en lo más obvio y simple sino que vive complicandose la vida, saludos.
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