Sin ánimo de hacer un balance, pues cada día es único y especial, pensaría que este año que se va tuvo infinidad de momentos.
Hubieron alegrías, tristezas, reencuentros, recuerdos, retos, aprendizajes, reinicios. Momentos de nostalgia, momentos de soledad, momentos de fortaleza, momentos de perdón, momentos de reconciliación, momentos de empoderamiento.
Días complicados, días atareados, días alegres, días simples, días interminables, días de toma de decisiones, días de cambiar de rumbo. Conversaciones profundas, entrañables, intensas. Personas especiales, cercanas, almas afines.
Me siento agradecida por cada momento, por cada vivencia, por cada error, por cada acierto, por cada aprendizaje, por cada instante. Cada momento vivido engrandece, enriquece, enseña, fortalece.
Seguiré transitando la vida con entusiasmo, con curiosidad, con serenidad, con confianza, evitando llevar mochilas pesadas ni asuntos pendientes. Les dejo un abrazo y mis mejores deseos para el 2025. Que siempre encuentren motivos para sonreír y fuerzas para levantarse y continuar.