En una de mis caminatas me topé con estas plantitas. Llamó mi atención el hecho de que todas fueran rojas excepto una, cuya semilla cayó ahí por casualidad y resultó ser amarilla, diferente de las demás y por eso le tome una foto.
Y pensé en cómo somos las personas que muchas veces nos dejamos arrastrar por la corriente y vamos cambiando nuestra esencia, la cual va quedando oculta, disimulada, cubierta por varias capas de "adornos" ajenos.
Que bueno es lograr salvaguardar nuestra esencia y no temer el mostrarnos como somos sin necesidad de buscar más aprobación que la de nosotros mismos. Se requiere fuerza y valor pero la sensación de bienestar que esto conlleva merece nuestro esfuerzo.
4 comentarios:
Es cierto que nos dejamos arrastrar por las modas y las nuevas corrientes, siempre que nos sean favorables a nosotros mismos por que no seguirlas, sin olvidar lo que somos y lo que nos gusta.
Un abrazo.
No hay que dejar de ser uno mismo, aunque desentonemos con entorno.
Besos de anis.
Siempre importante recordar lo que somos y lo que nos gusta.
Fuerte abrazo Mari!
Sara, esa esencia que nos hace tan especiales.
Besos para ti también!
Publicar un comentario