Caminaba despacio por el campo un padre con su hijo, cuando él se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, le preguntó al hijo:
“Además del canto de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?”.
El hijo aguzó el oído y le respondió:
“Oigo el ruido de una carreta”.
“Eso es —dijo el padre—, una carreta; y estoy seguro que es una carreta vacía”.
Preguntó entonces el hijo:
“¿Cómo sabes que está vacía, si aún no la hemos visto?”
A lo que el padre respondió:
“Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido. Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace”.
Con el paso del tiempo el hijo comprendió que igual sucede con las personas y que la humildad es una gran virtud.
Cuento popular
.jfif)
Es una entrada para pensar o tal vez para no pensar, porque no lleva mensaje. y el mensaje lo inventas tú en función delo que tú eres.
ResponderEliminarInteresante.
un beso
Muy cierto, es como decir "perro que ladra no muerde"; aunque a veces sí que me han mordido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Interesante relato... Da qué pensar...
ResponderEliminarBesos.
No hay más que encender la tele para comprobar lo cierta que es la moraleja de este cuento.
ResponderEliminarUn beso!
Es un cuentito muy interesante, que hay que tener en cuenta. No siempre el bla bla bla, es tan sustancioso.
ResponderEliminarBesos de anís.
Esto me acuerda a algunas personas...
ResponderEliminarMe agrada leerte!
Un cuento muy bonito y sustancioso. Hay que meditarlo
ResponderEliminarMe gustò mucho èste cuento.
ResponderEliminarcomo siempre lleno de aprendizaje.
gracias Soñadora, un abrazo.
y sin embargo a veces nos empeñamos en hacer ruido.
ResponderEliminarTomo nota
Gracias
Hola Soñadora, bonita historia la de este post. Muchas veces queremos llamar la atención y se hace mucho ruido, lo mejor creo que es tener perfil bajo y que los resultados lleguen solos.
ResponderEliminarSaludos!
Conocía esta bonita y sabia historia. Gracias por recordárnosla, un tirón de orejas de vez en cuando no viene mal. Un bessito
ResponderEliminarHola SOÑADORA
ResponderEliminarCierto, la humildad es una virtud que tendríamos que cultivar en todo momento. Muy bonito cuento.
Te espera un premio en mi blog, si te apetece llevarlo date una pasadita por allí.
Besos
Hoy me diste materia para reflexionar. Besos
ResponderEliminarAndré, tú mismo lo dices, cada quien le dará la mejor interpretación!
ResponderEliminarBesitos,
El Drac, a mí también me ha pasado!
ResponderEliminarBesitos,
Sonia, ya lo creo que sí, como para darle vueltas!
ResponderEliminarBesitos,
Jose Miguel, buen lugar elegiste para comprobarlo!
ResponderEliminarBesitos,
Sara, hay bla bla blas y bla bla blas no ? Jejeje , interesante mi comentario.
ResponderEliminarbesitos,
Alonzo, creo que todos conoceremos alguien que caiga en el perfil!
ResponderEliminarBesitos,
Maria Jesús, vale la pena hacerlo no?
ResponderEliminarBesitos,
Adriana, compartimos ideas y aprendizajes, gracias!
ResponderEliminarBesitos,
Miriam, una parte nuestra se empeña, otra no!
ResponderEliminarbesitos,
Diego, comparto tu pensar, prefiero perfil bajo.
ResponderEliminarBesitos,
Men, todos necesitamos de vez en cuando pisar tierra firme!
ResponderEliminarBesitos,
Carmen Rosa, es una bonita cualidad!
ResponderEliminarGracias por el premio, pasaré por tu casita encantada!
Besitos,
Pilar, me alegra que así sea!
ResponderEliminarBesitos,