
Al entrar en su casa, el susurro del viento en los árboles murmuraba miau. Las personas con las que se cruzaba parecían decirle miau. La mirada de los niños reflejaba maullidos. Cuando se acercaba, sus amigos maullaban sin cesar. Todos los lugares y las circunstancias proferían miaus lacerantes. De noche no soñaba más que miaus. De día, cada sonido, pensamiento o acto de su vida se transformaba en un miau. Él mismo se había convertido en un maullido.
Su estado no hacía más que empeorar. La obsesión le perseguía, le torturaba sin tregua ni descanso. No pudiendo acabar con los maullidos, fue al templo a pedir consejo a un viejo maestro zen.
- Por favor, te lo suplico, ayúdame, libérame.
El maestro le respondió:
- Eres un guerrero, ¿cómo has podido caer tan bajo? Si no puedes vencer por ti mismo los miaus, mereces la muerte. No tienes otra solución que hacerte el harakiri. Aquí y ahora.
Y añadió:
- Sin embargo, soy monje y tengo piedad de ti. Cuando comiences a abrirte el vientre, te cortaré la cabeza con mi sable para abreviar tus sufrimientos.
El samurai accedió y, a pesar de su miedo a la muerte, se preparó para la ceremonia. Cuando todo estuvo dispuesto, se sentó sobre sus rodillas, tomó su puñal con ambas manos y lo orientó hacia el vientre. Detrás de él, de pie, el maestro blandía su sable.
- Ha llegado el momento -le dijo-, empieza.

Lentamente, el samurai apoyó la punta del cuchillo sobre su abdomen. Entonces el maestro le preguntó:
- ¿Oyes ahora los maullidos?
- Oh, no. ¡Ahora no!
- Entonces, si han desaparecido, no es necesario que mueras. Veo que has comprendido que los problemas que nos preocupan no tienen la importancia que les otorgamos, son como ese miau que te acompañaba.
CUENTO ZEN
Queridos amigos, no permitamos que nuestros temores nos impidan disfrutar de lo maravillosa que es la vida! Espero que pasen un excelente fin de semana y que no se olviden de sonreir. Y ya que hablamos de miau les dejo este simpático video.
Buen cuento.
ResponderEliminarSonreiré.
Saludos
No creo que sea tan sencillo. Los temores, los miedos...nos envuelven y atenazan
ResponderEliminarBésix
Yo creo que si olvidó lo del gato, el temor que llevaba dentro, fue por otro temor o preocupación (todavía peor) que era el de tener que quitarse la vida en ese mismo instante.
ResponderEliminarAún así, entiendo la moraleja de la historia y, sí, creo que deberíamos hacerle menos caso a nuestros miedos, lo que nos permitiría disfrutar más la vida y cualquier cosa que hagamos, pero siempre es complicado aunque nunca hay que desistir :)
Un besito, guapa!
Gracias, gracias, gracias por esta buenisma reflexión. A mi hoy, me viene al dedillo. "No dejemos que nuestros miedos nos impidan vivir y disfrutar la vida."
ResponderEliminarUn beso grandisimo con una sonrisa de oreja a oreja :)
Feliz fin de semana también para ti.
Buen mensaje !
ResponderEliminarUn Miauuuuuuu...!!! desde Texas: gato
El tiempo todo lo cura.
ResponderEliminarPase a saludarte deseandote buenos dias a venir y dejandote la frase de la semana...........
"Sorprenderse, extañarse es comenzar a entender"
-Ortega y Gasset-
Cariños
Interesante relato.
ResponderEliminarSupongo que no solo mató a un ser vivo, sino a dos, digo yo que el pez también estaría vivo cuando lo pescó ;)
Besos.
cuantos miaus hay por nuestras vidas
ResponderEliminardede nuestra mas tierna juventud estamos llenos de gatos,aunque a muchos ni hemos llegado a herir,
producen en nosotros emociones
que no sabemos controlar.
voy a empezar a buscar los gatos de todos mis miaus y mirar en torno a mi los buau buaauu que me dan tantos motivos para ser feliz
Las doctrinas Zen son siempre aleccionadoras .
gracias por traerlas
un beso
Creo que deberia aplicarme esta solucion, aunque supongo que incoscientemente lo hago, me destruyo y renazco. Pero como no llegar a esa destruzcion??
ResponderEliminarBesos cielo, que hacia mucho que no aparecia por este mundo tan especial y lleno de sabiduria.
Marvavillosa enseñanza!!
ResponderEliminarlos temores y el miedos sólo ayudan a que no seamos felices y a que no vivamos una vida plena al máximo como deberia ser!
Besos y linda semana.
Anamorgana, ante todo bienvenida! Me alegró mucho recibir tu visita y más aún saber que sonreiras!
ResponderEliminarBesitos,
Calvarian, lamentablemente muchas veces es así. Hay que poner mucho de nuestra parte para poder ahuyentarlos.
ResponderEliminarBesitos,
Belén, a veces sólo ante la cercanía de algo grave nos percatamos del tiempo que desperdiciamos con nuestros temores.
ResponderEliminarBesitos,
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGatita me alegra que te haya caido como anillo al dedo esta reflexión, y más aun tu sonrisa de oreja a oreja!
ResponderEliminarBesitos,
Juan Carlos, gracias por ese alegre miauu!
ResponderEliminarBesitos,
Abu, gracias por venir a dejarme esa frase para pensar y por tus buenos deseos.
ResponderEliminarBesitos,
Amelie, pues tienes toda la razón del mundo!! No lo había pensado.
ResponderEliminarBesitos,
Andres, gracias por visitarme y dejar tu huella por acá, bienvenido! Pasaré a visitarte.
ResponderEliminarBesitos,
Anna! Me alegra mucho saber nuevamente de tí! Creo que todos caemos en ese juego inconscientemente.
ResponderEliminarBesitos,
Sarvavita, esos temibles temores! Si los dejamos pueden hacernos mucho daño.
ResponderEliminarbesitos,
La conciencia no perdona, es nuestro peor verdugo.
ResponderEliminarEl video muy gracioso. Un beso, Soñadora.
Paqui, la conciencia no nos deja vivir en paz no?
ResponderEliminarBesotes
Miiiiiiiiiiau!
ResponderEliminarMiau con besito incluido Cassiopeia!
ResponderEliminaroh q buena leccion, muchas veces los temores o remordimientos nos atormentan pero no son realmente tan importantes son mas bien obsesivos... por eso es mejor preguntarse si vale la pena... se muy bien de eso, y creo que perdonarse tambien ayuda...
ResponderEliminarte extraño! besitos!
Muchas veces como bien dices, se vuelven obsesión no! Creo que das en el clavo querida, perdonarse ayuda y es importante!
ResponderEliminarYo también te extraño mucho.
Besotes!
jajaja q monje tan pillo... pero tiene razon, nos complicamos la vida..
ResponderEliminarY somos especialistas en hacerlo no?
ResponderEliminarBesitos,