Hace unos días ordenando cajones encontré un pequeño tesoro guardado en una cajita de aretes, y amarrado con una hermosa cinta. Era la colección de dientecitos de leche que mis niños le dejaban bajo la almohada al ratón cuando eran pequeños.
Y se me ocurrío buscar información acerca del famoso ratón, y descubrí que en algunos países, es el ratón, en otros es el hada de los dientes, e inclusive hay algunos en el que el papel lo desempeña un duende.
Algunos atribuyen la creación del personaje al padre Luis Coloma, escritor y periodista español, a finales del siglo XIX, a quien los reyes le pidieron que le escribiera un cuento a Alfono XIII, que entonces tenía 8 años y acababa de perder un diente.
Según este cuento, el ratón vivía con su familia dentro de una gran caja de galletas, en un almacén de una confitería famosa a pocos metros del Palacio Real.
El pequeño roedor se escapaba frecuentemente de su domicilio y, a través de las cañerías de la ciudad, llegaba a las habitaciones de Alfonso XIII y las de otros niños más pobres que habían perdido algún diente, llevándose los dientecitos y dejando a cambio un regalito.
La otra historia cuenta que una ostra había perdido su perla y quería recuperarla. Esto llegó a oidos de un ratoncito apellidado Pérez quién buscando por aquí y por allá, encontró en la mesita de noche del niño de la casa en que habitaba un diente que podría semejarse a la perla pues era blanco, pequeño , duro y brillante, así que lo tomó y le dejo al niño a cambio una moneda de plata y volvió a la playa a entregarle a la ostra el diente quién quedó feliz, pues el diente era del mismo tamaño de la perla que había perdido.
Cambiar dientes implica un "ir creciendo", hacernos grandes. Quizás que "se nos lleve los dientes" un ser de fantasía tenga que ver con algo así... Que bueno redescubrir la fantasía siendo adultos!. Muy buen mensaje el tuyo Soñadora, como siempre me dejás pensadno... Un beso muy grande!.-
ResponderEliminarYo conocia varia historias de estos tipos pero ninguna como estas, me han gustado, y me han llevabo a tiempos de mi niñez.
ResponderEliminarGracias y felicidades por tu blog.
Saludos
Hace poquito se le cayó su primer diente a mi sobrinita.. ella, toda emocionada, nos llamó por teléfono para contarnos.. :D lindisima ella!
ResponderEliminarahora, le contaré lo q nos has escrito :)
me servirá mucho este post, gracias!!
Cris
Por mi casa suele pasarse el ratoncito Pérez, y mi niña asegura haberlo visto, dice que es gordito como una bolita de algodón, jejeje.
ResponderEliminarYo también guardo los dientecitos.
Besos.
Hola soñadora, gracias por la visita, que hermoso post el del ratoncito. cuando era chica a mi también me llevo los dientes y me dejo monedas. Así no tenia tan miedo al sacarlos. Eres bienvenida en mi casa, te voy a seguir y no pierdo el contacto, para leer tus escritos, Te dejo un abrazo lleno de sol y de luna.
ResponderEliminarLa casa del Ratoncito Pérez está en la calle Arenal de Madrid, la he visitado alguna vez y allí hay una placa que indica que allí vivió ese extraordinario personaje...
ResponderEliminarEs una bonita historia y creo que son cosas que no deberían perderse.
Un beso cielo.
Natacha.
Hola Soñadora, recuerdo al ratoncito cuando mis hijos estaban pequeños y ahora con mis nietos, jajaj, linda historia¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarBesitos¡¡
Deberíamos inventar un ratoncito pérez que nos tranquilice cuando vamos perdiendo los dientes de mayores, que nos traiga regalitos para animar los días de madurez...
ResponderEliminarAbrazos.
pase y te dejo un saludo.
ResponderEliminarque estes bien.-
¡ah! qué tiempos en los que el ratoncito Pérez pasaba por casa.
ResponderEliminarYUna sonrisa y un besito
Que lindos recuerdos deben haber despertado esos dientecitos!! Que gran tesoro!!
ResponderEliminarY una cosa... como es la historia del hada de los dientes? La he visto en paises sajones.
Besos
Lili, es una linda etapa esa en la que nos hacemos grandes cambiando los dientes no?
ResponderEliminarBesitos,
Anna, es bueno evocar momentos que traen recuerdos gratos a nuestra mente.
ResponderEliminarBesitos,
Cris, me alegro que le vayas a contar las historias, ella estará emocionada con la caida de su diente!
ResponderEliminarBesitos,
Amelie, de seguro que ese ratoncito Perez que pasea por tu casa ha de ser muy simpático!
ResponderEliminarBesitos,
Sol y Luna, fue muy gratificante visitar tu casita! En realidad esta historia del ratoncito ayuda a que sea menos traumatizante para los niños el perder los dientes no?
ResponderEliminarNos seguiremos leyendo!
Besitos,
Natacha, concuerdo contigo en que esas cosas no deberían perderse. Si algún día viajó por allá visitaré la casa del ratoncito Pérez.
ResponderEliminarBesitos,
Ilusión, estás reviviendo la historia con tus nietos, que lindo!
ResponderEliminarBesitos,
Eduardo, esa sí que es una buena idea! Habrá que idear al personaje.
ResponderEliminarBesitos,
The Ghost, gracias por tu visita, que estés bien tú también!
ResponderEliminarBesitos,
Camy, eran buenos tiempos no? Jejeje.
ResponderEliminarBesitos,
Si Vivi, fueron gratos recuerdos! La historia del hada de los dientes es similar a la del ratoncito, viene a recoger los dientes y deja una monedita a cambio. Es popular en los paises anglosajones en que no conocen al ratoncito.
ResponderEliminarBesitos,
Que recuerdos más bonitos...En mi casa había ratoncito Pérez. El dentista extractor era mi padre jajaja
ResponderEliminarBesix
Es grato recordar esos momentos no?
ResponderEliminarBesitos,
Momentos inborrables, donde la fantasia quiere quedarse en realidad hasta cuando somos grandecitos ya.
ResponderEliminarSoy nuevita en este maravilloso lugar llamado blog y me atrevi a pasar por este sitio maravilloso a traves del blog de una amiga.
Disculpa a veces no dispongo de mucho tiempor ni para postear ni para comentar pero el poco tiempoque me queda lo hago con muhco placer.
Beso calidos, un lugar muy acogedor
Micaela, me alegra mucho que hayas paseado por mi rinconcito, bienvenida!
ResponderEliminarEs lindo hacerle un campito en nuestra vida a la fantasía y conservar una parte de nuestra alma con la ilusión de cuando niños!
Besitos,