Una rana se preguntaba cómo podía alejarse del clima frío del invierno.
Unos gansos le sugirieron que emigrara con ellos. Pero el problema era que la rana no sabía volar.
"Déjenmelo a mí, dijo la rana, tengo un cerebro espléndido".
Luego pidió a dos gansos que la ayudaran a recoger una caña fuerte, cada uno sosteniéndola por un extremo. La rana pensaba agarrarse a la caña por su boca.
A su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su travesía. Al poco rato pasaron por una pequeña ciudad, y los habitantes de allí salieron para ver el inusitado espectáculo.
Alguien preguntó:
"¿ A quién se le ocurrió tan brillante idea?"
Esto hizo que la rana se sintiera tan orgullosa y con tal sentido de importancia, que exclamó:
" ¡ A mí ! "
Su orgullo fue su ruina, porque al momento en que abrió la boca, se soltó de la caña y cayó al vacío.
El orgullo es la peor ruina creo!!! hay veces que por orgulloso que nos ponemos perdemos muchas cosas, mejor dejarlo de helado al orgullo, ya que no nos sirve para nada!
ResponderEliminarbesos y en mi blog hay dos premios para vos!!!
La falta de humildad nos pierde muchas veces.
ResponderEliminarDigamos la palabra justa, pues el que mucho habla, mucho yerra.
Bonita lección.
Un abrazo.
Juan Antonio
Que maravillosas historias que nos relatas Soñadora !
ResponderEliminarLa del petirojo tambien esta bacan !
Voy a enlazar tu blog a mi blog...
Abrazotes: el gato
Iincreible historia!! me ha gustado muchisimo! Es increible las cosas que a veces pueden pasar, por falta de humildad...
ResponderEliminarHermoso!
Gracias, Soñadora por tus palabras y apoyo en mi blog, nos seguiremos leyendo!
Besos.
Muy buena!!! JaJAJAJAJA... pues si nos paramos a pensar, de ranas como ésa está el mundo lleno...
ResponderEliminarQue lindo blog! hace tiempo ya queria regresar la visita, y por fin hoy tube la alegria de poder leer tus muchas historias!
ResponderEliminarEsta increible, gracias por compartir =D siempre me ha fascinado leer historias como esta, me parece que es una de las buenas formas de apreder algo, porque la otra formas es un poco mas violenta... que te pase a ti mismo! y te caigas desde muy alto por presumida!
Saludos!
Pobre rana en el fondo me ha dado pena. Me gustan las ranitas... la fábula excelente. Saludos!
ResponderEliminar¡bocazas! jajaja. Es así, hay veces que es mejor tener la boca cerrada...
ResponderEliminarUn beso, cielo.
Natacha.
Nataly querida, muy cierto lo que dices del orgullo, hay que tenerle miedo!
ResponderEliminarGracias por tus premios, hoy paso a recogerlos y colgarlos por acá.
Besitos,
Juan Antonio, muy sabio lo que dices, es preferible hablar lo justo y no ser tan parlanchín.
ResponderEliminarBesitos,
Juan Carlos, gracias por tu comentario y por enlazarme, yo también te enlazaré por acá.
ResponderEliminarBesitos,
Andrea, bienvenida a este rinconcito, espero acogerte siempre por acá.
ResponderEliminarBesitos,
Mario Alonso, bienvenido a este pequeño rincón.
ResponderEliminarMuy ingeniosa tu comparación! estamos rodeados de ranas.....jejeje
Un abrazo,
Soleil, que alegría recibir tu visita por acá, bienvenida!
ResponderEliminarY me alegra mucho que te gusten mis historias, tienes razón es mejor aprender así que viviéndolo en carne propia, pero lamentablemente, cayéndonos es que aprendemos.
Besitos,
Ay Josef, tienes razón, pobre ranita no?
ResponderEliminarBesitos y buen fin de semana!
Si Natacha, como bien dice el dicho "En boca cerrada no entran moscas".
ResponderEliminarBesitos y buen fin de semana!
Pobrecita la rana, ella necesita la ayuda de todos.
ResponderEliminarLa gente que tiene necesidad de que la reconozcan, adulen, admiren, aplaudan, etc., mayormente son personas que tratan permanentemente de llamar la atención frente a los demás, por lo que hablan mucho de sí mismas, y tratan de figurar en todo momento.
Estas personas, que abundan en el mundo, en realidad, son gente que necesitan mucho amor, ya que precisamente, tratan de suplir esa falencia de amor propio y seguridad interior, con su conducta presumida y egocéntrica.
Ellos nos necesitan mucho, ayudémoslas a aprender a quererse a sí mismas, a valorarse de tal manera, que no necesiten presumir.
Muchas veces presumimos de lo que nos falta, para que nadie se de cuenta de ello.
Mi voto es por la rana, después de todo, tenía su ingenio no creen?, su problema es que ni ella mismo se lo creía, tenía que escucharlo de los demás.
Ojoavizor
Ojoavizor, como siempre tan importante tu punto de vista lleno de sensibilidad y percibiendo lo que otros no.
ResponderEliminarGracias por tu valioso aporte!
Besitos y que tengas un lindo fin de semana.
¡Qué buena historia! Es cierto que tenemos unas ansias terribles de que todo el mundo sepa de nuestras brillantes ideas o nuestras acertadas actuaciones. Tanto nos preocupa esto, que estoy seguro de que en muchas ocasiones haríamos como la rana, que nos olvidaríamos de todo con tal de que la gente reconociera nuestra supuesta brillantez.
ResponderEliminarMuchos besos, ya veo que sigues con tus buenas historias!
José, es fácil cometer esa clase de errrores no?
ResponderEliminarMe alegro que te hayas dado una vueltita por acá, y ahora ire a visitarte pues veo que has publicado.
Besitos,
tu mami es del 8? wow que coincidencia.
ResponderEliminarUna de las cosas que yo valoro muchisimo en una persona es la humildad. Eso dice mucho de su calidad de gente.
Besos
Chio, concuerdo contigo, la humildad es una de las cualidades que mas aprecio.
ResponderEliminarEspero que la hayas pasado muy bonito el 8!
Besitos,