viernes, 9 de febrero de 2018

Por la ruta de los recuerdos...


La vez pasada mi hija me propuso un paseo bastante significativo. Me sugirió hacer una caminata que incluyera los sitios en los que he vivido a lo largo de mi vida y me pareció tan tentadora la propuesta que acepté de inmediato.

Nuestro recorrido duró alrededor de 3 horas y abarcó prácticamente toda mi vida. Si bien es cierto que uno carga los recuerdos consigo, pude comprobar que al visitar los lugares, los recuerdos cobran vida y uno vuelve a ver escenas pasadas o incluso puede revivir momentos que parecían olvidados.

Escuché una vez mas las botellas que el lechero hacía sonar avisando que dejaba la leche en la entrada del edificio.  
Olí la hierba luisa que mi abuelita cultivaba en el jardín para preparar la infusión de la tarde. 
Me vi de pequeña sentada en el murito esperando que llegase la movilidad del colegio a recogerme.
Ví el árbol de moras  de mi cuadra y probé una vez mas la dulzura de sus frutos.
Pude verme de adolescente sentada en la quinta  en que vivía, rodeada de amigos conversando y disfrutando de la vida.
Escuché la música disco sonar en la antigua radiola Grundig de casa, y volví a bailar las parrandas panameñas.

Y así uno tras otro fueron sucediéndose los recuerdos, los momentos, los eventos.

Definitivamente fue un paseo que disfruté mucho, un verdadero paseo al pasado.

9 comentarios:

Sara O. Durán dijo...

Es muy emocionante hacer esos paseos. En cada rincón quedaron las imágenes de las vivencias más importantes, las costumbres, los amigos, la familia. Me alegro de que te haya resultado muy placentero.
Un abrazo en ese árbol de moras, que coincide con otro árbol de moras de mi infancia y que todavía está en la misma esquina.

Ernesto. dijo...

Sí Celia, un entañable paseo que, algún retazo ha surgido de mi propia infancia, hemos compartido. Excelente y creativa idea la de tu hija... Dice mucho de ella. Y sobre todo del momento que compartíais cuando surgió.

Abrazos amiga. ¡Es la vida!

Ernesto. dijo...

jajajajajaja... Cecilia!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Es gratificante volver a los sitios en los cuales crecimos, los recuerdos fluyen y alegran el espíritu.

Un abrazo.

Soñadora dijo...

Sara, esos paseos son invalorables. Que coincidencia la de los árboles de moras!
Un beso!

Soñadora dijo...

Ernesto, efectivamente fue un momento entrañable. Con ella solemos compartir momentos más que especiales!
Fuerte abrazo!

Soñadora dijo...

Si Rafael, uno vuelve a vivir esos momentos bonitos.

Un abrazo!

neuriwoman dijo...

Si que ha sido un paseo entrañable, hasta he podido sentir contigo algunas de aquellos lugares y sensaciones 😘

Soñadora dijo...

Gracias por acompañarme Neuriwoman.
Un abrazo!

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