miércoles, 7 de septiembre de 2016
Mirar sin ver...
Cuentan de un célebre maestro que ordenó a uno de sus discípulos que buscara un gato negro con la cola blanca, si quería seguir siendo su discípulo.
El joven se lanzó a la búsqueda. Vio gatos negros con cola negra, gatos blancos con cola blanca, y gatos mezcla de colores. Pasaron los días y vio cientos de gatos en la ciudad, pero no pasó ante sus ojos un solo gato negro con la cola blanca como le pedía el maestro.
Cansado ya, volvió a su maestro y le confesó su fracaso. El maestro, mientras le escuchaba, acariciaba al gato de la escuela.
Cuando el joven terminó de hablar, se fijó de repente en el gato que acariciaba su maestro: ¡era negro y tenía la cola blanca! Mil veces lo había visto en la escuela , pero nunca se había fijado en él...
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¡Cuatas veces no vemos a los gatos que con-forman nuestras vidas
ResponderEliminarBesos
André
La mayoría de veces André.
EliminarGracias por la grata visita, un beso!
Si es asi, se va por la vida sin ver, simplemente mirando de aca para alla
ResponderEliminarSiempre es grato visitarte y leerte
Buenisimo fin de semana
Cariños
Abu linda! Un beso grande!
EliminarHola Cecilia.
ResponderEliminarMe alegra saber de ti, amiga mía.
Cuento de sabiduría que, como bien señala, nos descubre que solemos mirar sin ver. Consustancial con el ser humano, cómo no, si no fuese así la humanidad no estaría "atascada" donde se haya.
Un gran abrazo.
Ernesto, muy usual el mirar sin ahondar.
EliminarGracias por el recibimiento.
Un abrazo!
Me diste una gran alegría cuando supe que regresaste. Bienvenida de nuevo.
ResponderEliminarParece que no abrimos bien los ojos y nos pasan inadvertidos tantos detalles de lo que tenemos más cerca. Desconocemos lo que tenemos más conocido.
Un abrazo muy grande!
Sara querida, gracias por tus palabras y cariño. Siempre es rico volver!
EliminarBesos!