
Cuando vieron que éste era muy profundo, les dijeron a las dos ranas que se dieran por muertas. Las dos ranas ignoraron los comentarios y trataron de saltar con todas sus fuerzas para salir del hoyo. Las demás ranas siguieron diciéndoles que se detuvieran, que se dieran por muertas.
Finalmente, una de las ranas hizo caso a lo que las otras ranas estaban diciendo y se dio por vencida. Se dejo caer al suelo y murió.
La otra rana continuo saltando tan fuerte como pudo.
Nuevamente el grupo de ranas le gritó que ya no sufriera intentando salir y que mejor se dejara morir.

La rana saltaba mas y mas fuerte y finalmente logró salir."
Verán, esta rana era sorda y no le era posible escuchar la súplica de las demás. Ella pensó que sus compañeras estaban animándola todo el tiempo.
Qué irónico no? La pobre ranita pensaba que sus amigas la animaban y justamente su sordera la salvó.
Cuánto poder puede tener una palabra de aliento dada en el momento preciso,
a veces menospreciamos el poder de la palabra, y pensamos que no lograremos mucho, o que nuestras palabras caerán en saco roto, pero no podemos saber cuándo una palabra nuestra puede salvar o ayudar a alguien , así que animémonos y seamos generosos con nuestras palabras de aliento y nuestras sonrisas, que si pueden hacer mucho, pueden subirle el ánimo a alguien o iluminarle el día a quien siente que todo es negro.
Cuánto poder puede tener una palabra de aliento dada en el momento preciso,
a veces menospreciamos el poder de la palabra, y pensamos que no lograremos mucho, o que nuestras palabras caerán en saco roto, pero no podemos saber cuándo una palabra nuestra puede salvar o ayudar a alguien , así que animémonos y seamos generosos con nuestras palabras de aliento y nuestras sonrisas, que si pueden hacer mucho, pueden subirle el ánimo a alguien o iluminarle el día a quien siente que todo es negro.