Pensaba el otro día en la enorme capacidad que tenemos las personas para crear tormentas de un granito de arena. Un pequeño suceso, un temor, un pensamiento, un comentario, una noticia que nos preocupe y ya estamos imaginando todos los desenlaces posibles, siendo cada escenario posible peor que el otro.
Y la preocupación se adueña de nuestros pensamientos y reaccionamos como si ya estuviera sucediendo aquello que tememos o creemos está por pasar. Podemos incluso llegar a sentir síntomas físicos derivados de esto.
Es preciso serenarnos, hallar cada quien la estrategia particular que le ayude a mantener la mente en calma para evitar pasar por estas situaciones que tanto nos desestabilizan y pueden llegar a afectar nuestra salud. Y ya en calma analizar la situación objetivamente, está sucediendo algo en realidad? O todo está en mi cabeza?
La música, el ejercicio físico, la meditación, hacer manualidades, pintar, caminar, leer, armar rompecabezas, crearnos un ambiente interior positivo, agradecer, sonreír. Todo ayuda. Es cuestión de probar hasta encontrar lo que mejor resuene con nosotros.